El Gobierno plantea incrementar con carácter temporal las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan trabajadores y empresas hasta 2030 con el objetivo de reforzar la hucha de las pensiones y garantizar el pago de las prestaciones a la llamada generación de los ‘baby boomers’, que comenzaran a jubilarse en 2023.
Un incremento de 7 euros de media
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá propuso a los agentes sociales incrementar 0,5 puntos las cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras, para recaudar alrededor de 1.000 millones de euros al año e incrementar la llamada hucha de las pensiones. Estas nuevas cotizaciones se utilizarían exclusivamente para garantizar el futuro de las pensiones. Desde Seguridad Social han destacado que esta propuesta de incremento todavía no está decidida y que solo se dedicaría si así lo exige la coyuntura económica.
El objetivo de esta nueva aportación sería reforzar el Fondo de Reserva de forma que pueda ser empleado a partir de 2030 en caso de que haya una desviación de gasto respecto a las previsiones.
4 o 5 euros para un trabajador mileurista (precario)
Lo que se ha planteado en la mesa de diálogo social es poner en marcha un mecanismo contingente y temporal, que se activaría únicamente si se aprecia una desviación del gasto en pensiones, es decir, si las medidas que hemos planteado y las que se puedan aprobar no tienen el efecto previsto, o si hay una crisis económica o algo imprevisto.
El interés es la reactivación del fondo de reserva de la Seguridad Social, mediante una pequeña aportación finalista temporal. El planteamiento supone unos 4-5 euros para un trabajador mileurista, una cantidad muy reducida, como reducido es el sueldo que perciben.
Herramienta temporal
“El nuevo mecanismo se configura como una herramienta contingente y temporal que actuará sobre el conjunto de parámetros el sistema preservando el equilibrio entre generaciones y fortaleciendo sus sostenibilidad a largo plazo”, dice el documento entregado hoy por Seguridad Social a los asistentes a la cita para negociar la reforma de las pensiones. La propuesta será negociada en los próximos diez días con empresas y sindicatos. Independientemente de si es respaldada o no, el Gobierno trabajará a partir del próximo 15 de noviembre para introducirla como una enmienda en la reforma que ya está en trámite
El fondo de reserva
El fondo de reserva se ha ido vaciando en la última década hasta disponer de apenas 2.000 millones de euros, una cantidad insuficiente para afrontar una paga mensual del sistema. Para evitar que se vaciara, el Gobierno ha realizado varias transferencias a la Seguridad Social y con la nueva reforma de las pensiones se desvinculan los gastos corrientes de las cotizaciones.
Escrivá ha propuesto una “cotización finalista” que se mantendría vigente hasta 2032. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social cerró 2020 situado en los 2.138 millones de euros, según el último informe anual sobre el mecanismo remitido al Congreso. En 2011, el Fondo llegó a alcanzar una cuantía de 66.815 millones de euros. Desde la llegada del Gobierno del PP, la hucha fue esquilmada con la nefasta reforma unilateral de las pensiones de 2013.
Esos fondos extras recaudados podrían ser devueltos a los trabajadores si no fueran necesarios para afrontar el pago de las futuras pensiones.
Pese a la propuesta del Gobierno, la reunión de la mesa de diálogo social que ha tenido lugar este martes se ha cerrado sin acuerdo. El Ministerio ha emplazado a los agentes sociales a reunirse de nuevo el lunes 8 de noviembre.
Recomendaciones del Pacto de Toledo.
El Gobierno promete acotar al máximo el uso que se haga de estos fondos: «La utilización de esta cuota finalista y los rendimientos que genere se destinarán exclusivamente a atender las desviaciones del nivel de gasto. A lo largo de esa década, los fondos acumulados servirán como mecanismo que financie desviaciones de gasto precisamente como vía de equidad intergeneracional”.
En su propuesta, Escrivá ofrece hacer revisiones trienales del sistema para ajustar el esfuerzo de cotización en función de las previsiones. “Si el gasto previsto es inferior al que financiará la nueva cotización finalista, podrá bajarse la aportación tras negociarse con los agentes sociales”. Si es superior, “se podrá recurrir a la hucha de las pensiones para el pago de prestaciones contributivas con un límite de disposición anual del 0,2% del PIB. En el caso de que la desviación de gasto sea superior a ese 0,2%, el Gobierno estará autorizado a estudiar medidas que «minoren el gasto en pensiones”, dentro de las recomendaciones del Pacto de Toledo.
