La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha señalado que “es prematuro tratar al Covid19 como un virus endémico, como puede ser la gripe común”, como había planteado el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en una entrevista en la Cadena SER.
“Se está comportando como un virus pandémico y la aparición y propagación de la variante ómicron lo ha demostrado”, ha advertido el responsable de la estrategia de vacunación de la EMA, Marco Cavaleri. Además, ha recordado que “la nueva variante es altamente contagiosa, lo que resulta en muchos infectados, por lo que es importante ser consciente de su carga potencial y no relegarla a la categoría de enfermedad leve”.
El objetivo del Gobierno español era abordar la COVID-19 como una “enfermedad endémica similar a la gripe estacional”. Un cambio de estrategia en el que lleva trabajando desde hace semanas, junto con el Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y la Ponencia de Alertas.
Para justificarlo, Sánchez afirmó “que la situación de la pandemia no es la de hace un año, ya que conocemos mejor al virus y a la espera de lo que digan los informes, ómicron parece que tiene una incidencia más leve”.
Los epidemiológicos en contra
El vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia, Óscar Zurriaga, ha rechazado que sea el momento de abordar la vigilancia de la COVID-19 como una gripe.
“Es lo que todos quisiéramos. Pero en estos momentos la COVID-19 no es como el resto de las enfermedades. Si se pretende decir que es como la gripe y ya está no es así. Es una pandemia y deberíamos seguir trabajando con esa vista. No estamos viendo lo mismo que en una temporada gripal estándar o incluso de las malas. No estamos viendo lo mismo no solo en casos sino también en términos de gravedad. En una temporada gripal mala podemos tener 1.500 fallecidos directos. En la COVID-19 no estamos viendo esos números, no estamos en esa situación todavía”, ha recordado Zurriaga en declaraciones a la prensa.
Los responsables de la EMA han reconocido que ahora “no es posible predecir cuándo llegaremos al final del túnel”. Lo importante “es que estamos avanzando hacia una situación en la que el virus es cada vez más endémico pero todavía no podemos decir que haya alcanzado ese estatus”.
Todavía se está comportando como pandémico y “la emergencia de la variante Ómicron lo está mostrando. No hay que olvidar que estamos todavía en una pandemia”, ha insistido Cavaleri.
Con una incidencia de contagios todavía en niveles inéditos, los epidemiólogos prevén que aún no se ha llegado al pico de esta sexta ola, aunque podría estar cerca una vez superado las fiestas navideñas. A pesar de los datos tan abultados, no se ha llegado a un incremento proporcional en el número de hospitalizaciones, ingresos en UCI y fallecimientos, aunque ayer se notificaron más de 200 muertos.
Atención primaria saturada
La saturación de la atención primaria es preocupante. No se están tratando otras enfermedades menos graves y lo que es más alarmante, no se está haciendo medicina preventiva, para descubrir a tiempo las patologías que pueden ser muy graves en el futuro, como son los canceres, tanto en mujeres como en hombre.
Todo ello se suma una avalancha de bajas laborales que está poniendo en serios apuros no solo al sistema asistencial, sino a la prestación de todo tipo de servicios y a gran parte del tejido productivo.
Seguir vacunando
El mensaje que lanzan desde la EMA es contundente, “es que hay que seguir vacunando”. Además, los sueros aprobados hasta ahora contra el Covid-19 también ofrecen una alta protección frente a los casos más graves y las hospitalizaciones provocadas por la nueva variante ómicron.
Las vacunas protegen
Los datos sobre el uso de vacunas en Sudáfrica muestran que las personas que han recibido las dos dosis de la vacuna tienen un 70% de protección mientras que los estudios en el Reino Unido elevan la protección tras el refuerzo al 90%.
Insisten en que “los ciudadanos europeos deben completar la pauta inicial con una de las vacunas autorizadas y aquellos que ya lo hayan hecho deben recibir el refuerzo”.
El jefe de la estrategia de vacunación ha explicado que la EMA necesitará “entre tres y cuatro meses para autorizar una nueva vacuna adaptada, lo que significa que podría recibir luz verde en abril o mayo”.
Cuarta dosis
“Nos gustaría tener datos antes de hacer recomendaciones” sobre la cuarta dosis, pero “al mismo tiempo estamos muy preocupados por una estrategia que requiera una vacunación repetida en un período corto de tiempo. No podemos estar continuamente dando dosis de refuerzo cada tres o cuatro meses”, ha explicado.
Además, ha avisado que “no solo provocará fatiga en la población, sino que podría plantear problemas en la respuesta inmune que podría no ser tan buena. Si damos refuerzos cada tres meses terminaremos teniendo problemas en la respuesta inmune que podría no ser tan buena como deseáramos. Además, existe el riesgo de fatiga en la población de continuar administrando refuerzos”, ha reiterado.
“Si vamos a un escenario endémica, debería sincronizarse con el inicio de la temporada de frío, como se hace con la vacuna de la gripe”.