Liubliana: capital de la vieja y nueva Eslovenia

Eslovenia ha experimentado en los últimos treinta años grandes cambios y transformaciones, hoy muy perceptibles en su moderna capital, Liubliana, muy visitada por miles de turistas y viajeros en todas las estaciones del año.

14 de Septiembre de 2024
Actualizado el 16 de septiembre
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Dragon Liubliana capital Eslovenia

Eslovenia es un país muy joven, con apenas 33 años de historia, y que tuvo una abrupta salida de la antigua Yugoslavia. La nueva nación al nacer padeció la famosa guerra de los Diez Días, entre las nuevas fuerzas eslovenas y tropas del ejército yugoslavo que se oponían a la independencia, y comenzó su andadura con un baño de sangre. Hoy esas dolorosas jornadas han pasado a la historia y el país es una democracia moderna, consolidada y con una sólida economía integrada en la Unión Europea (UE) y con buenas relaciones con sus vecinos, incluidos sus antiguos socios ex yugoslavos.

La capital de la nueva Eslovenia, Liubliana, es una ciudad que rápidamente se adaptó a los nuevos tiempos. Se abrieron hoteles, restaurantes, bares, empresas y, en fin, la ciudad muy pronto se convirtió en una ciudad dinámica, moderna, vibrante y muy bien comunicada con el exterior; cuenta con buenas vías que la conectan con sus vecinos -Austria, Italia y Croacia-, líneas férreas que te comunican con las grandes capitales de la región, como Viena, Zagreb y Trieste, y  un aeropuerto internacional.

Liubliana es una ciudad muy acogedora, verde por sus grandes parques y plazas y cuenta con unos edificios espectaculares, entre los que abunda el barroco y la herencia vienesa por su pertenencia durante años al Imperio Austro-Húngaro. Regada y surcada por el río Ljublijanica, en donde en sus orillas se ubican las mejores terrazas, bares y restaurantes de la ciudad, la capital eslovena es un lugar encantador, limpio, tranquilo y que no defrauda a sus visitantes. Aquí te sugerimos algunos de los lugares que recomendamos en una visita a la ciudad.

Los puentes de Liubliana

El río de la ciudad, el Ljubljanica, es uno de los grandes atractivos de la capital eslovena, sobre todo por sus alegres y concurridas terrazas, y también por la docena de puentes que lo cruzan. Recomendamos hacer un tour o paseo por una de las dos orillas y visitarlos y conocerlos. Esta es una ciudad de puentes, de encuentros, de paseos y de una gran vida en torno a los mismos, tanto durante el día como en las noches.

Los grandes parques y plazas de la capital eslovena

Hay muchas plazas y parques en esta ciudad, por lo que fue declarada Capital Verde Europea, y entre los que te recomendamos para visitar están el Slovenske Reformacije Park, el Zveda Congresni Park, el Narodni Herojev y el Miklosicev Park, todos ellos en el centro de la ciudad y muy accesibles a través de plácidas y tranquilas calles. 

El Tivoli Park

Mención aparte a las plazas y parques reseñados en el epígrafe anterior merece la pena citar a este lugar. El enorme Parque Tivoli, con 5 kilómetros cuadrados de superficie, es el más grande de la ciudad y un auténtico pulmón urbano. Aunque necesitarías horas para recorrerlo entero, te recomendamos que, al menos, des un pequeño paseo para ver el día a día de los eslovenos, que lo usan como un lugar para hacer deporte o reunirse con los amigos. En el Tivoli Park encontrarás, entre otras cosas, un invernadero, una biblioteca al aire libre, una piscina, pistas deportivas, bellos jardines, el bonito Castillo Tivoli y la mansión Leopoldsruhe o Castillo Cekin.

El Castillo

Sobre este lugar hemos encontrado una reseña muy útil y didáctica que reproducimos a continuación: “Ubicado sobre una colina a 367 metros de altura y en el centro de la ciudad, este lugar ha sido poblado desde el final de la Edad de Bronce y de Hierro por distintas civilizaciones. Sin embargo, fue en la Alta Edad Media cuando se erigió una primera fortaleza de madera, que en el siglo XIV pasó a ser un castillo circular más grande con altas murallas, torres y dos puentes levadizos propiedad de los Habsburgo.Con el paso de los años, la  llegada de los turcos y varios terremotos, el castillo ha cambiado mucho, pero sigue conservando su encanto y, sobre todo, ofrece una panorámica preciosa de Liubliana”. La entrada al lugar es gratuita y se puede subir andando o en un funicular.

El símbolo de Liubliana

Los dragones son el símbolo de la capital de Eslovenia y los mismos, esculpidos en bronce, se encuentran en el puente del mismo nombre y aparecen en el escudo de la ciudad. Recogemos esta reseña que nos revela su origen y construcción:”Este es el puente más emblemático que ver en Liubliana. Cruzando el río Ljubljanica, fue inaugurado en 1901 y es una construcción en estilo Art Nouveau custodiada por cuatro enormes dragones de chapa forjada y otras 20 más pequeñas. Cuenta otra leyenda que cada vez que una mujer virgen cruza el puente, los dragones menean la cola. Además, fue el primer puente de hormigón armado y también uno de los primeros de este tipo en Europa”.

Puente de los Carniceros

Desde el puente de los Dragones podrás contemplar el puente de los Carniceros, que debe su nombre a que era utilizado por estos para llevar la carne desde los mataderos al mercado. Lo identificarás fácilmente, ya que está lleno de los candados que los amantes dejan para declararse amor eterno tirando la llave al río.

La plaza Preseren

Es la plaza más representativa y significativa de Liubliana y muy frecuentada por grupos de turistas, viajeros y grupos escolares. En dicha plaza te encontrarás el monumento a France Preseren, considerado el mayor poeta esloveno de todos los tiempos; la Iglesia Franciscana de la Anunciación, uno de los templos más representativos del barroco en Eslovenia; el Puente Triple peatonal, que une a la plaza con otra orilla del río Ljublianica y la Farmacia Central de Ljubljana, en regio estilo neorrenacentista y ubicada en el Palacio Meyer. Por la noche cuenta con agradables terrazas, algunas incluso con música en vivo, y se puede decir que en sus alrededores hay bastantes bares de lo que se podría denominar como la “movida” eslovena.

El mercado central

Es un pequeño mercado alegre, muy concurrido, limpio y  bien organizado. Se encuentra alojado entre un edificio de estilo renacentista  y una auténtica plaza de mercado abarrotada de vendedores. Está ubicado en la orilla del río entre el puente de los Dragones y el Triple Puente y, por supuesto, de lunes a sábado es un hervidero de vendedores de todo tipo de productos, incluyendo delicias típicas eslovenas y artesanías.

La Catedral de San Nicolás

Es otro hito del barroco local y fue construida en el siglo XVIII. Se encuentra muy cerca del Mercado Central ya reseñado, en pleno centro histórico de la capital eslovena, y en su interior hay que destacar sus imponentes frescos y esculturas barrocos, así como columnas doradas. Su cúpula verde y las dos torres gemelas se pueden ver prácticamente desde toda la ciudad.

Los museos de la ciudad

Te recomendamos cuatro, pero especialmente el de Historia de Eslovenia dentro del castillo y que es de pago, se trata de un buen recorrido por la historia de un país que, parafraseando a Churchill sobre los Balcanes, tiene más historia que la que puede digerir. Los otros tres son el Museo Nacional de Eslovenia, ubicado en un bello edificio de estilo neorrenacentista que acoge la colección más importante de objetos arqueológicos del país, numismática y obra de arte de artistas nacionales; la Galería nacional de Eslovenia, que es uno de entre todos los museos que visitar en Liubliana más bellos por el edificio donde está situado y que nos revela la rica y desconocida riqueza pictórica de Eslovenia; y, por último, el Museo de Arte Moderno de Liubliana, el lugar que alberga la mayor colección de piezas de artistas eslovenos de los siglos XX y XXI.

El cafe Neboticnik

Es uno de los lugares míticos de la ciudad y por este lugar han transitado las dos Yugoslavias, la Segunda Guerra Mundial y la independencia del país. Espacio antaño y ahora para la bohemia y el arte,  fue inaugurado en 1933 y desde 2010 existe un bar, una cafetería y un mirador desde el que se obtiene la mejor panorámica de Liubliana. Imprescindible y situado en pleno centro histórico de la ciudad. 

Las terrazas, bares y restaurantes sobre el río Ljubljanica

Durante una buena parte de la tarde y la noche, pero especialmente los fines de semana, las terrazas sobre el río Ljubljanica están abarrotadas y cuentan con un gran ambiente. Los precios los hay para todos los públicos, gustos y niveles, aunque en los últimos años el nivel de vida en Eslovenia ha subido mucho y tanto las consumiciones como comidas se acercan a los estándares de España, con lo cual, no esperes grandes chollos.

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