La Seguridad Social da por fallecidas a personas vivas y no les paga el Ingreso Mínimo Vital

17 de Marzo de 2023
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José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública
José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública

El caos en la Seguridad Social va de mal en peor. La falta de personal está provocando graves problemas de desatención a los ciudadanos que acuden a la Tesorería, colapsos en la web de citas previas, líneas telefónicas saturadas.

Hay personas que denuncian que les han dado cita previa para más de dos meses y esto genera desesperación que causa grandes colas ante las oficinas porque los trámites son fundamentales: pensiones, jubilaciones, cuestiones relacionadas con la empresa o el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Diario16 ha tenido acceso, en exclusiva, a documentos que muestran una realidad muy dura. Muchos usuarios que perciben el IMV han visto cómo no se les ha pagado o cómo se les ha restado de la cuenta bancaria el dinero correspondiente a las mensualidades ya abonadas porque se les ha dado por fallecidos.

Como se puede comprobar, en el documento se señala claramente que las cantidades no han sido abonadas o han sido retiradas de la cuenta de la persona porque el sistema la considera fallecida. «B devuelto NO abonable POR FALLECIMIENTO».

Sin embargo, esta persona está viva, tal y como se puede comprobar en el hecho de que fue ella misma quien puso la reclamación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social:

Las personas a las que la Seguridad Social ha dado por fallecidas se encuentran con un grave problema. Cuando se cobra el IMV es porque la situación económica es crítica. Un retraso puede suponer graves consecuencias. Fuentes consultadas por Diario16 afirman que ahora mismo tienen su cuenta bancaria en negativo, con lo que eso implica en comisiones por parte de la entidad financiera en concepto de descubierto.

Con el dinero del IMV muchas familias pueden comer y, al darles por fallecidas, se les ha retirado su prestación durante uno, dos o tres meses. Ahora, además del quebranto económico, estas personas se ven metidas en un laberinto burocrático y en la incertidumbre sobre cuándo la Seguridad Social les va a reintegrar un dinero que es vital para sobrevivir y al que tienen derecho.  

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