El Gobierno de Berlín anunció este viernes que tomó el control de las actividades en el país de la petrolera estatal rusa Rosneft, que gestiona varias refinerías alemanas, con el fin de "garantizar" el suministro de energía a Alemania.
Las subsidiarias de Rosneft en Alemania están bajo la "tutela" de la agencia nacional que administra las redes de energía, dijo el Ministerio de Economía alemán.
En un comunicado, el ministerio justificó la decisión con la necesidad de proteger tres refinerías propiedad de Rosneft, que representan el 12% de la capacidad de refinación de petróleo de Alemania.
"La administración del fideicomisario neutraliza la amenaza inminente a la seguridad del suministro de energía y establece una base esencial para la protección y el futuro" de la refinería PCK en Schwedt, según el comunicado.
Esta refinería, en el estado oriental de Brandeburgo, propiedad de Rosneft, podría verse afectada porque suministra alrededor del 90 % del petróleo que se consume en Berlín y la región circundante, incluido el aeropuerto de Berlín Brandeburgo, dijo en mayo el ministro de Economía alemán.
En ese momento, Robert Habeck advirtió que el país podría enfrentar "perturbaciones" en el suministro de petróleo, siguiendo la iniciativa de la Unión Europea de prohibir gradualmente las importaciones de petróleo ruso.