La legisladora rusa Maria Butina considera que la administración del presidente Joe Biden se arriesga a una Tercera Guerra Mundial si permite a Ucrania utilizar armas fabricadas en Estados Unidos para golpear profundamente en Rusia. Butina duda de que se trate de una decisión firme y sostiene que, de ser así, Biden estaría aprovechando sus últimos meses en el poder para escalar el conflicto antes de que Trump tome posesión del cargo el 20 de enero. Evidentemente, Rusia no se quedará quieta mientras Washington da luz verde a un posible ataque con misiles contra suelo ruso. Tras invadir Ucrania, Putin dio órdenes de poner en máxima alerta a sus base de ojivas de largo alcance de Kaliningrado. Y ministros rusos han advertido, por activa y por pasiva, que la decisión de Estados Unidos de apuntar directamente hacia Moscú supone cruzar un Rubicón peligroso para la humanidad. Un ataque de Ucrania con misiles desencadenaría de inmediato una reacción del Kremlin. Y la escalada hacia la guerra nuclear podría ser inevitable.
Con esta decisión, Biden trata de enviar un aviso contundente a Corea del Norte para que deje de enviar tropas al escenario de guerra ucraniano. El problema es que, lejos de disuadir al país asiático, probablemente solo conseguirá el efecto contrario: aumentar la tensión en la zona. “Estos tipos, la Administración de Biden, están tratando de escalar la situación al máximo mientras todavía tienen poder y siguen en el cargo”, dijo Butina a Reuters este lunes. “Tengo una gran esperanza de que Trump supere esta decisión, si es que se ha tomado, porque están arriesgando seriamente el inicio de la Tercera Guerra Mundial, lo que no beneficia a nadie”, manifestó.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habría autorizado a Ucrania a emplear armamento estadounidense de largo alcance contra Rusia, según han informado varios medios estadounidenses este domingo citando fuentes conocedoras del asunto.
Washington habría permitido así ataques limitados dentro de territorio ruso en respuesta a la presencia de miles de militares norcoreanos en el frente para reforzar la ofensiva rusa en el este de Ucrania, informan medios como The Washington Post o The New York Times.
En este sentido, el presidente Vladimir Putin aseguró el pasado 12 de septiembre que la aprobación de esa medida significaría “la participación directa de los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos en la guerra de Ucrania”, porque la infraestructura militar y el personal de la OTAN tendrían que participar en la selección y el disparo de los misiles.
A finales de octubre, Putin dijo que el Ministerio de Defensa ruso estaba trabajando en diferentes formas de responder si Estados Unidos y sus aliados de la OTAN ayudaban a Ucrania a atacar profundamente en Rusia con misiles occidentales de largo alcance. “Supongo que hay algunas personas en Estados Unidos que no tienen nada que perder por lo que están haciendo”, añadió.