La administración Biden detuvo un envío de armas a Israel la semana pasada en oposición a las aparentes medidas de los israelíes para invadir la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, según ha revelado un alto funcionario. El presidente de Estados Unidos habría tratado de evitar un ataque a gran escala contra Rafah, donde cientos de miles de palestinos han buscado refugio de los combates en otras partes de Gaza.
Las agencias de noticias AFP, Associated Press y Reuters han informado de que funcionarios estadounidenses anónimos dijeron que Estados Unidos comenzó a "revisar cuidadosamente las transferencias propuestas de armas particulares a Israel que podrían usarse en Rafah", en abril, cuando parecía que Israel estaba cerca de hacer un cambio de decisión sobre el asalto.
"Como resultado de esa revisión, detuvimos un envío de armas la semana pasada. Consta de 1.800 bombas de 900 kg (2.000 lb) y 1.700 bombas de 225 kg (500 lb)", ha afirmado el funcionario. "Estamos especialmente centrados en el uso final de las bombas de 2.000 libras y el impacto que podrían tener en entornos urbanos densos como hemos visto en otras partes de Gaza. No hemos tomado una decisión final sobre cómo proceder con este envío".
Reuters ha informado de que cuatro fuentes dijeron que los envíos, que se han retrasado durante al menos dos semanas, involucraban municiones conjuntas de ataque directo (JDAM) fabricadas por Boeing, que colocan sistemas de guía de precisión en las bombas, así como bombas de pequeño diámetro.
Citando a funcionarios anónimos, el Wall Street Journal ha señalado que Estados Unidos había retrasado el envío de unos 6.500 JDAM.
El discurso de Biden
Entretanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reafirmado su
apoyo a Israel durante un discurso en un acto de conmemoración sobre el
Holocausto después de que el Ejército israelí tomara la parte palestina del cruce de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
"Permítanme asegurarles, como presidente, que no están solos. Mi compromiso con la seguridad del pueblo judío, la seguridad de Israel y su derecho a existir como Estado judío independiente es férreo, incluso cuando no estamos de acuerdo", ha subrayado.
Biden también ha advertido en su discurso de un aumento generalizado del antisemitismo en el país norteamericano y en todo en mundo en el marco de las protestas propalestinas que denuncian la ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza.
"Entiendo que la gente tiene creencias fuertes y convicciones profundas sobre el mundo. En Estados Unidos respetamos y protegemos los derechos fundamentales de libertad de expresión, pero no hay lugar en ningún campus de Estados Unidos para el antisemitismo", ha señalado durante su discurso.
En este sentido, ha recordado que la destrucción de la propiedad, ya sea privada o pública, "está en contra de la ley". "En los campus universitarios los estudiantes judíos son parados (por los manifestantes), acosados y atacados", ha indicado.
Biden ha subrayado que en las protestas se han visto "carteles antisemitas" y eslóganes que llaman a la "aniquilación de Israel, el único Estado judío del mundo". El mandatario estadounidense ha afirmado además que la gente "ya está olvidando" de que fue Hamás quien "desató este terror".
"Hamás desató el ataque más mortífero para el pueblo judío desde el Holocausto. Impulsados por el antiguo deseo de borrar al pueblo judío de la faz de la tierra, más de 1.200 personas inocentes, bebés, padres y familias fueron asesinados", ha indicado.
Sobre el Holocausto, Biden ha apuntado que el exterminio de los judíos empezó "lentamente" con pequeños actos en la política, así como en el entorno social y cultural. "Con boicots a los negocios judíos, sinagogas pintadas con esvásticas, acoso a los judíos en las calles", ha ejemplificado.
Su discurso se produce después de que el Ejército israelí haya confirmado a primera hora del día la toma de la parte palestina del paso de Rafá, en el sur de Gaza, que sirve como uno de los principales puntos de entrada de ayuda humanitaria hacia el enclave, en el marco de lo que describe como una "actividad dirigida" en "zonas limitadas" contra "infraestructuras terroristas" de Hamás.
Esta acción por parte de Israel se da después de que las autoridades israelíes acordaran seguir adelante con sus operaciones en el sur de Gaza tras amenazar durante semanas con una posible ofensiva militar contra la ciudad, que acoge a cerca de 1,4 millones de desplazados palestinos.