Las cadenas de productos alimentarios deberán enfrentarse a duras sanciones si no ajustan los precios a la situación de las familias, según han advertido ya las autoridades del país.
El gobierno de Canadá ha advertido a las tiendas de productos alimentarios de que se enfrentarán a "graves consecuencias" si no alivian a la ciudadanía canadiense, estableciendo medidas de ajustes de sus precios antes del próximo 9 de octubre.
"Tomaremos medidas, que pueden llegar a ser fiscales"
El primer ministro, Trudeau, anunció el pasado jueves que espera una respuesta por parte de las cadenas de supermercados más grandes, "antes del día de Acción de Gracias" sobre sus planes para reducir y estabilizar los precios. Añadió que, si su plan no funciona, "si no se proporciona un alivio real a la clase media y a las personas que trabajan duro para unirse a ella, tomaremos más medidas y no descartamos nada, incluso medidas fiscales".
"No está bien que nuestras tiendas de comestibles más grandes obtengan ganancias récord mientras los canadienses luchan por poner comida en la mesa" dijo Trudeau durante una intervención pública.
El ministro de Innovación, Ciencia e Industria, François-Philippe Champagne,ha afirmado en una entrevista a CBC que se ha comunicado directamente con los directores generales de compañías como Loblaw, Sobeys, Metro, Costco y Walmart (las mayores cadenas de alimentación del país), para convocarles a una reunión donde proponer "medidas significativas que reduzcan la inflación de precios en el sector de los comestibles".