Afganistán tiene dos retos de crucial importancia en su arranque con los talibanes en el poder. Por un lado, afrontar la crisis humanitaria que se avecina y, por otro, establecer vínculos comerciales con el exterior que ayuden al desarrollo económico del país centro asiático. En ambos aspectos, China va a jugar un papel determinante, prueba de ello es el mantenimiento de su embajada en Kabul.
Fortalecer relaciones
En el terreno de la ayuda inmediata, el portavoz de los talibanes en Catar, Mohamad Naim, ha asegurado que China incrementará su asistencia humanitaria en estos momentos tan delicados, un hecho que indudablemente fortalecerá las relaciones entre Pekín y Afganistán.
Conversaciones
Según publicó RTVE, Maulvi Abdul Salam Hanafi, miembro del equipo político talibán establecido en Catar, mantuvo contacto en estos días con el viceministro de Relaciones Exteriores chino, Wu Jianghao. En las conversaciones mantenidas entre ambos representantes políticos se debatió el futuro de Afganistán. China está en el lugar adecuado. Sobre todo porque verdaderamente es vecina de Afganistán. Comparten 76 kilómetros de frontera por el llamado Paso de Wakhan. Una frontera que se caracteriza por tener a ambos lados dos maravillosos parques naturales.
Un papel importante de China
Pero la retirada de EEUU de Afganistán tiene su cara y su cruz respecto a los intereses del gigante asistico. China ve con buenos ojos la retirada de las tropas yanquis porque le será más fácil hacerse con los recursos minerales del país y negociar un acuerdo con los talibanes para convertir Afganistán en una parte vital de la Nueva Ruta de la Seda. Pero, del mismo modo, la retirada de las tropas estadounidenses inquieta a Pekín porque puede suponer una vuelta de la violencia y la inestabilidad en la región fronteriza que une a ambos países. De momento, el portavoz de los talibanes en Catar ha asegurado que China “tiene un papel importante que desempeñar en la seguridad y el desarrollo de la región.