Donald Trump no ha esperado a que se oficialice que ha alcanzado los 270 votos electorales para subir al escenario y dirigirse a sus seguidores. Acompañado de su familia y de su compañero de papeleta, JD Vance, el que será el 47 presidente de los Estados Unidos ha dado un discurso en el que ha referido que han superado obstáculos "que nadie creía posibles" liderando, según él, "el mayor movimiento político de la historia".
Los resultados de las elecciones han sido totalmente inesperados por su rotundidad. El propio Trump se ha mostrado sorprendido. "Miren lo que pasó. ¿Es una locura?. Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes. Esta será verdaderamente la era dorada de Estados Unidos”, dijo. “Esta es una victoria magnífica para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande" ha dicho Trump.
El discurso del candidato republicano se parece mucho a los que ha dado a lo largo de la campaña y, en consecuencia, a los que ha dado a lo largo de su carrera empresarial. Ha dedicado buena parte de él a ensalzar la figura de Elon Musk, a quien ha calificado como "una estrella. Es un supergenio. Tenemos que proteger a nuestros genios. No tenemos tantos". Bien puede halagarlo por los cientos de millones de dólares que ha aportado a su campaña.
Por otro lado, ha hecho menciones divinas, como dando a entender que su victoria es obra de Dios. "Mucha gente me ha dicho que Dios me perdonó la vida por una razón. Y esa razón fue salvar a nuestro país y devolverle la grandeza a Estados Unidos. Ahora vamos a cumplir esa misión juntos".
Además, reiteró que tiene la intención de nombrar a Robert F. Kennedy Jr. en un papel importante dentro de su administración, centrado específicamente en la salud, diciendo que "va a ayudar a que Estados Unidos vuelva a ser saludable". Sin embargo, lo alejará de cualquier cuestión relacionada con el medio ambiente.