EE UU y Rusia negocian cara a cara en Arabia Saudí el fin de la guerra en Ucrania

Mientras los drones siguen arrasando ciudades y un ciberataque golpea los trenes ucranianos, Washington intenta ampliar la tregua a puertos y rutas marítimas para frenar la escalada

24 de Marzo de 2025
Actualizado a la 13:59h
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EE UU y Rusia negocian cara a cara en Arabia Saudí el fin de la guerra en Ucrania

Este lunes, a las ocho de la mañana (hora peninsular española), ha comenzado en Riad, la capital de Arabia Saudí, una nueva ronda de negociaciones entre delegaciones de Estados Unidos y Rusia para intentar frenar la guerra en Ucrania. Aunque no se trata de un encuentro secreto, sí es un formato poco habitual: ambas partes mantienen reuniones por separado con la mediación estadounidense, sin sentarse en la misma sala, y con la delegación ucraniana también presente en conversaciones paralelas.

El objetivo es claro pero ambicioso: ampliar el alto el fuego sobre infraestructuras energéticas —vigente solo de manera parcial— para incluir también los puertos y el mar Negro. De esta forma, se buscaría garantizar que los barcos de ambos países puedan transportar productos agrícolas sin miedo a ser atacados.

El contexto, sin embargo, es extremadamente tenso. En las últimas horas, Rusia ha lanzado 99 drones bomba contra Ucrania, mientras que Ucrania asegura haber derribado 93. A su vez, Moscú afirma haber interceptado 28 drones ucranianos en varias regiones. Además, la empresa ferroviaria ucraniana ha sufrido un ciberataque que, aunque no ha paralizado los trenes, ha afectado a sus sistemas internos.

Trump mueve ficha y presiona para una tregua más amplia

Esta ronda de conversaciones ha sido impulsada por el presidente de EE UU, Donald Trump, que desde su regreso a la Casa Blanca ha hecho de Ucrania una prioridad internacional. En las últimas semanas, ha hablado directamente con los presidentes Vladímir Putin y Volodímir Zelenski para tantear un posible acuerdo. Fruto de esas gestiones, se logró un compromiso verbal para cesar los ataques contra infraestructuras energéticas.

Sin embargo, la tregua no está clara. Mientras el Kremlin asegura haber ordenado el fin de los ataques a esas instalaciones, Ucrania exige un acuerdo por escrito que incluya también ferrocarriles y puertos. Las acusaciones mutuas de violar el pacto verbal han sido constantes en los últimos días, a medida que los ataques no cesan.

“El objetivo de Ucrania es acercar una paz justa y fortalecer la seguridad”, ha afirmado el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, al frente de la delegación enviada a Riad. Kyiv exige garantías para su población civil y para la seguridad de sus infraestructuras clave, especialmente las relacionadas con el transporte y la energía.

Quiénes están sentados a la mesa (aunque no en la misma)

Por parte de Ucrania, además de Umérov, participan Pavló Palisa, vicejefe de la Oficina del Presidente, y un grupo técnico con expertos en energía y transporte. La delegación rusa está formada por Grigori Karasin, presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, y Serguéi Beseda, asesor del director del FSB (servicio de inteligencia ruso).

La mediación estadounidense está encabezada por Keith Kellogg, general retirado y enviado especial de Trump para Ucrania. Le acompañan altos cargos del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional, como Michael Anton y Mike Waltz.

Waltz ha explicado que el primer paso de estas negociaciones es lograr un alto el fuego más concreto y con mecanismos de verificación. “Después hablaremos de la línea del frente y de cómo mantener la paz. Pero ahora lo urgente es frenar los ataques y proteger a la población”, ha dicho.

El frente sigue activo: bombardeos y víctimas civiles

Mientras los diplomáticos negocian en Riad, la guerra continúa en el terreno. Rusia lanzó en la última noche casi un centenar de drones explosivos sobre Ucrania, en uno de los ataques más intensos en semanas. Kyiv respondió con una ofensiva similar, enviando al menos 28 drones hacia regiones rusas como Kursk, Rostov y Crimea.

Los sistemas de defensa antiaérea están operando sin descanso. Rusia asegura haber derribado todos los drones enviados por Ucrania, mientras que Kyiv afirma haber interceptado 93 de los 99 drones rusos, desviando otros 36 mediante sistemas electrónicos.

Además, un ataque masivo con drones rusos el domingo por la noche dejó al menos tres muertos en Kyiv, entre ellos una menor y su padre, lo que ha provocado nuevas críticas internacionales y una petición de Zelenski para que se aumente la presión sobre Moscú.

En el sur de Rusia, al menos una persona ha muerto tras otro ataque con drones en la región de Rostov, según han confirmado fuentes oficiales rusas.

Ciberataques, otro frente de batalla

A la guerra física se suma la guerra digital. Este lunes, la empresa estatal ucraniana de ferrocarriles, Ukrzaliznytsia, denunció un ciberataque a gran escala contra sus sistemas informáticos. Aunque el servicio de trenes no se ha interrumpido y los horarios se mantienen, los técnicos trabajan para restaurar todos los sistemas afectados. Por el momento, no se ha atribuido oficialmente la autoría del ataque, aunque todo apunta a una operación coordinada en medio de las negociaciones.

¿Es posible una salida?

Los próximos días serán cruciales. Aunque el ambiente es de cautela, el mero hecho de que se celebren estas reuniones ya es un pequeño avance. Desde EE UU, Steve Witkoff, enviado especial de Trump, se mostró optimista: “Tengo la impresión de que Putin quiere poner fin a esta guerra. Siento que quiere la paz”, declaró en una entrevista en Fox News.

Sin embargo, la experiencia acumulada desde 2022 invita a la prudencia. Los intentos anteriores de tregua o acuerdos parciales han fracasado por la falta de confianza y por las acciones en el terreno que contradicen lo pactado.

Por ahora, lo que se busca es establecer un mínimo acuerdo técnico sobre zonas libres de ataques, especialmente en el mar Negro, para permitir la exportación de grano y otros productos esenciales. Si ese punto se consolida, podría abrir la puerta a discusiones más profundas sobre las líneas del frente, el control de los territorios ocupados y, finalmente, la paz.

Mientras tanto, Ucrania, Rusia y Estados Unidos siguen jugando una partida delicada, donde cada paso diplomático va acompañado de nuevos ataques, desmentidos y advertencias. En medio, millones de personas siguen sufriendo las consecuencias de un conflicto que, por ahora, no parece tener un final inmediato.

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