El Parlamento Europeo ha acusado este miércoles a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, así como a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de haber cedido al "chantaje" y los "caprichos" del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y han apremiado a que se apruebe la ayuda de 50.000 millones para Ucrania que Budapest vetó en la cumbre del pasado 15 de diciembre y obligó a aplazar a la cita del próximo 1 de febrero, informa Europa Press.
Así se lo han trasladado los grupos políticos mayoritarios en la Eurocámara a la presienta del Ejecutivo comunitario durante su participación en el debate de este miércoles, en el que se han abordado las cumbres de diciembre y febrero y la situación del Estado de Derecho en Hungría.
"Estamos cediendo al chantaje de Orbán y todos los matones de Europa lo están disfrutando", ha criticado el eurodiputado socialista Pedro Marques, que ha instado a los líderes de la UE a "demostrar que se les puede respetar" y a cumplir tanto con el Marco Financiero Plurianual (MFP) -en el que se enmarca el presupuesto a largo plazo de la UE para el periodo 2024-2027- como con la ayuda de 50.000 millones de euros para la reconstrucción de Ucrania.
También el eurodiputado liberal Guy Verhofstadt ha afeado a Von der Leyen que la Comisión desbloquease 10.200 millones de euros de fondos de cohesión para Hungría el día antes de la cumbre de diciembre a cambio de que Orbán saliese de la habitación mientras el resto de líderes acordaba la apertura de negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia.
"¿Va a hacer eso otra vez?", ha interpelado a Von der Leyen, a la que ha advertido de que si la respuesta es un "sí", esto le acarreará "grandes problemas" en el Parlamento Europeo. Por ello, ha emplazado a la presidenta de la Comisión a poner fin a las cesiones al "chantaje" de Orbán y le ha pedido que mantenga su papel de "guardián de los tratados", que ofrecen alternativas para liberar ese dinero y entre las que ha destacado la posibilidad de pedir al Consejo que aplique el artículo 7 para privar a Hungría de sus derechos de adhesión.
A esta reclamación se ha sumado también el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, que ha instado al Consejo a responder a la petición del Parlamento de aplicar el artículo 7 ya que Hungría es, "desde hace un tiempo, un caso difícil".
La copresidenta del grupo de los Verdes, Terry Reintke, ha arremetido también contra Orbán, "un hombre al que se deja hacer lo que le plazca" mientras "debilita a Europa" y "todo por su amigo Putin y sus propios bolsillos", al tiempo que ha acusado al resto de líderes de ser "demasiado vacilantes para detenerlo" por "sentarse y dejar que suceda".
"Tenemos al mejor sirviente de Putin sentado en el Consejo y bloqueando el apoyo a Ucrania y la credibilidad de la UE. En serio, colegas, se acabó el tiempo. Esto es una broma de mal gusto", ha apostillado la eurodiputada, quien ha reiterado que el Consejo "tiene la oportunidad de detener esto simplemente siguiendo adelante con el procedimiento del artículo 7".
En la misma línea, la copresidenta de la Izquierda, Manon Aubrey, ha lamentado que el Consejo y la Comisión cedan a los "caprichos" de Orbán y le "bailen el agua" mientras bloquea la ayuda a Ucrania e impide que se apruebe el presupuesto a largo plazo de la UE, aunque también considera la posibilidad de que se use a Budapest como "excusa" porque hace tiempo que ese presupuesto es "insuficiente".
Por último, los eurodiputados de los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas Europeos e Identidad y Democracia Nicola Procaccini y Marco Zanni, respectivamente, han considerado "miope" seguir atacando a Hungría y han pedido "autocrítica" además de centrar esfuerzos en aquellos que quieren "destruir Europa".