La confrontación entre Elon Musk y Donald Trump alcanzó esta semana un nuevo punto de tensión. En una serie de publicaciones en X, Musk afirmó que Trump figura en los archivos clasificados del caso Epstein, sugiriendo que esa sería la razón detrás del bloqueo a su publicación total. “Donald Trump está en las listas de Epstein. Esa es la razón por la cual no se hicieron públicos”, escribió el empresario.
En medio de una pelea política y económica cada vez más virulenta, Musk lanzó así una de sus acusaciones más graves hasta la fecha. También advirtió: “La verdad saldrá a la luz”, alimentando una sospecha que ha circulado durante años, pero sin pruebas judiciales firmes.
El mensaje llega tras semanas de enfrentamientos públicos entre ambos magnates. Mientras Musk critica con dureza la nueva ley fiscal impulsada por Trump, a la que calificó de “abominación repugnante”. El presidente ha respondido y lo ha tildado de desagradecido y oportunista. Trump llegó incluso a sugerir que Musk “dirá algo personal la próxima vez”, anticipando con ironía la ofensiva del dueño de X.
Los vínculos entre Trump y Epstein
Jeffrey Epstein, el financista acusado de tráfico sexual de menores y abuso sistemático, mantenía una red de contactos con figuras de alto perfil en política, negocios y entretenimiento. Aunque su muerte en prisión fue declarada oficialmente como suicidio, las dudas sobre un posible encubrimiento nunca dejaron de circular.
En febrero, el Departamento de Justicia desclasificó parcialmente documentos relacionados con el caso. En ellos figura Donald Trump, aunque de manera limitada: se confirma que voló en el avión privado de Epstein en 1994, acompañado de su entonces esposa Marla Maples, su hija Tiffany y una niñera. No hay registro de visitas a la isla de Little Saint James, donde se cometieron múltiples abusos, ni evidencias que lo vinculen directamente a los delitos.
Musk, sin embargo, sugiere que existen archivos más comprometedores que no han sido liberados, apuntando a un supuesto pacto de protección política. La acusación, lanzada sin ofrecer pruebas, se apoya en la percepción pública de opacidad y en las omisiones deliberadas en la publicación de los documentos.
Aunque la acusación parece dirigida personalmente a Trump, se enmarca en una batalla más amplia por el control narrativo. Musk se ha posicionado como una voz crítica del establishment político, y su ofensiva contra el expresidente puede entenderse tanto como un acto de denuncia como una jugada política.
Trump, por su parte, ha respondido con dureza. En una conferencia de prensa, aseguró sentirse traicionado por Musk: “Le he ayudado mucho. Nunca dijo nada malo de mí, pero eso probablemente será lo próximo”, declaró, anticipando una ruptura definitiva.
Consecuencias económicas y climáticas
La disputa también ha tenido efectos en el mercado. Las acciones de Tesla cayeron un 9 % tras el último intercambio de declaraciones, reflejo del nerviosismo de los inversores ante el conflicto entre dos figuras clave del escenario económico. La ley fiscal impulsada por Trump ,que Musk rechaza por eliminar incentivos a la energía limpia, ha tensado aún más la relación entre ambos.
Mientras tanto, el caso Epstein, lejos de cerrarse, sigue siendo una herida abierta en el sistema judicial estadounidense. Las víctimas, muchas de ellas menores, aún esperan justicia. Y el uso de su tragedia como arma retórica entre dos poderosos actores públicos no hace sino aumentar la sensación de impunidad.