El hasta hace poco aliado y asesor del presidente Trump, Elon Musk, ha dado un giro brusco en su relación con el mandatario al criticar con dureza la reforma fiscal promovida por la Casa Blanca. La medida, que combina rebajas de impuestos con un aumento del gasto militar y fronterizo, ha sido objeto de ataques crecientes por parte del empresario, que ahora la tacha de "vergonzosa".
En una declaración publicada este martes en la red social X, Elon Musk no ha escatimado en adjetivos para referirse al proyecto de reforma fiscal impulsado por el presidente Donald Trump:
"Lo siento, pero ya no lo soporto más. Este proyecto de ley del Congreso, enorme, escandaloso y lleno de gastos superfluos, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para quienes votaron por ello. Saben que lo han hecho mal. Lo saben", escribió el empresario.
Este giro en el discurso de Musk llega apenas días después de haber compartido escenario con Trump en una rueda de prensa conjunta en la que oficializó su salida del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Aunque entonces proclamó que seguiría siendo "amigo y asesor" del presidente, sus palabras actuales marcan un distanciamiento rotundo y explícito.
Un proyecto polémico
La reforma fiscal impulsada por Trump, que ha sido presentada como una gran victoria legislativa por su entorno, combina recortes tributarios con un notable aumento del gasto en defensa y control fronterizo, elementos que han generado divisiones incluso entre aliados conservadores.
Musk, quien ha criticado en las últimas semanas el impacto de la propuesta sobre el déficit presupuestario, ha encontrado respaldo entre ciertos sectores fiscales que temen que el plan empeore la salud financiera del país. La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Representantes por un solo voto de diferencia, lo que evidencia su fragilidad política.
Reacciones desde el Congreso
La respuesta a las duras palabras de Musk no se ha hecho esperar. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes y uno de los arquitectos de la reforma, calificó de "muy decepcionante" la actitud del magnate. "Está terriblemente equivocado. He llegado a considerar a Elon un buen amigo. Es una persona muy inteligente y ha hecho un gran trabajo en el DOGE", declaró ante los medios.
Johnson defendió la reforma asegurando que el Gobierno está acometiendo "una reducción masiva del gasto" de 1,6 billones de dólares, una cifra que calificó como la mayor jamás lograda por un gobierno en una sola legislación.
"Es un primer comienzo muy importante. Elon se lo está perdiendo, ¿de acuerdo?", concluyó el republicano, subrayando la supuesta miopía del empresario en este tema.
Un divorcio anunciado
El enfrentamiento entre Musk y Trump no es un hecho aislado, sino el desenlace previsible de una relación plagada de tensiones latentes. Aunque Musk ha apoyado algunas políticas del presidente en el pasado, su perfil tecnocrático y sus preocupaciones sobre el equilibrio fiscal han chocado con el populismo económico de Trump, más orientado al corto plazo electoral.
Ambos personajes comparten rasgos de liderazgo fuerte y un uso intensivo de redes sociales como altavoz político, pero el reciente episodio demuestra que el personalismo y el desacuerdo ideológico no tardan en dinamitar incluso las alianzas más visibles. En este cruce de caminos, ni Musk es un paladín desinteresado del bien común, ni Trump un artífice de estabilidad presupuestaria. Ambos juegan su propia partida.