España planta cara a Israel: "Estamos hartos de sus mentiras"

El Gobierno español advierte al representante israelí en Madrid tras acusaciones falsas y ataques diplomáticos por su postura sobre Gaza

30 de Junio de 2025
Actualizado a las 14:11h
Guardar
España planta cara a Israel: "Estamos hartos de sus mentiras"
Albares: “España no reconocerá un resultado electoral en Venezuela que no esté verificado”

El conflicto diplomático entre España e Israel ha subido varios grados de temperatura en los últimos días. El Ministerio de Asuntos Exteriores español, liderado por José Manuel Albares, convocó este viernes al encargado de negocios de Israel, Dan Poraz, para transmitirle un mensaje tajante: "Estamos hartos de que en sus comunicados haya mentiras hacia el Gobierno de España". Así lo ha afirmado el propio ministro en una entrevista en Radio Nacional de España, en la que ha querido dejar claro que España no piensa tolerar más ataques infundados ni tergiversaciones de su posición política y diplomática.

Este nuevo encontronazo viene motivado por un comunicado del gobierno israelí en el que acusaba a España de estar “en el lado equivocado de la historia” por haber reclamado la suspensión inmediata del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel. La reacción española ha sido inmediata y sin rodeos.

La respuesta de Albares: firmeza frente al desprecio

"Se le convocó y se le dijo muy claramente que estábamos hartos de esas mentiras", insistió Albares. El ministro ha recordado que el Gobierno español fue uno de los primeros en condenar el atentado terrorista de Hamás del pasado 7 de octubre, para desmontar así cualquier intento de presentar a España como un país que simpatiza con el extremismo.

Pero también ha sido contundente en defender que los derechos humanos y la legalidad internacional no son selectivos: “España defiende lo mismo en todos los lugares, ya sea en Ucrania, Israel o Palestina. Nos duele exactamente igual la muerte de civiles israelíes que la de civiles palestinos”.

El hartazgo de Exteriores con Tel Aviv

Las acusaciones de antisemitismo que han salido de algunos sectores israelíes tampoco han quedado sin respuesta. Albares ha recordado que España ha lanzado el primer plan nacional contra el antisemitismo y que lucha con la misma determinación contra este tipo de odio que contra la islamofobia o la LGTBIfobia. “El antisemitismo es un delito grave, y nuestro compromiso en su erradicación es absoluto”, recalcó.

Una política exterior coherente

La política del Ejecutivo español en el conflicto de Gaza ha estado marcada por la coherencia y la defensa del derecho internacional, según Albares. “El Estado de Israel tiene derecho a existir y a la seguridad. Pero también los palestinos tienen derecho a su propio Estado y a vivir en paz. No hay derechos de primera y de segunda categoría", afirmó.

Las declaraciones del ministro se producen en un momento en el que la presión internacional sobre Israel se incrementa por la crisis humanitaria en Gaza y la respuesta desproporcionada de su ejército, que ha dejado miles de víctimas civiles. España, junto con Irlanda y Noruega, ha sido uno de los países europeos más activos en reclamar un alto el fuego y reconocer oficialmente al Estado palestino.

Este reconocimiento y la solicitud de suspender el acuerdo comercial entre la UE e Israel han sido vistos por el Gobierno israelí como una afrenta política. Sin embargo, desde Madrid se insiste en que se trata de una postura basada en principios y legalidad, no en afinidades ideológicas. “Lo que está haciendo Israel en Gaza es incompatible con los valores y tratados que sustentan ese acuerdo”, ha explicado en otras ocasiones Albares.

Diplomacia bajo presión

En la actualidad, Dan Poraz es el máximo representante diplomático de Israel en España, en ausencia de embajador. La reiterada presencia de Poraz en el Ministerio de Exteriores en las últimas semanas es reflejo de una tensión creciente que ya no se disimula.

Con este nuevo aviso, el Gobierno español pone una línea roja clara: no va a permitir que se utilice la diplomacia como herramienta para desprestigiar su política exterior. La firmeza de Albares es también una señal al resto de socios europeos, en un momento en el que la división interna de la UE sobre el conflicto en Gaza es evidente.

Lo que está en juego no es sólo la relación entre dos Estados, sino el papel que Europa —y en especial España— quiere jugar en la defensa del derecho internacional y los derechos humanos. Y el mensaje de Madrid a Tel Aviv no puede ser más claro: basta ya de mentiras.

Lo + leído