Las manifestaciones de jóvenes que protestan por la falta de empleo para los recién graduados continúan en Bangladesh con choques violentos entre alumnos y autoridades bengalíes. Estas movilizaciones, que estallaron hace dos semanas, han llevado a algunos estudiantes inconformes a enfrentarse a sus homólogos progubernamentales y a la policía en la capital, Dhaka, y en otras ciudades, dejando como saldo casi dos decenas de muertos, según informes extraoficiales
Los estudiantes protestan por las cuotas que reservan un tercio de los empleos públicos a los hijos de veteranos de la guerra de independencia de Pakistán de 1971, que se abolieron en 2018, y que se han restablecido a principios de este mes.
El portavoz de la ONU, Stephan Dujarric, ha informado de que están muy atentos a los acontecimientos en Bangladesh. “Seguimos llamando a ambas partes a la contención. Urgimos al Gobierno a que garantice un entorno propicio para el diálogo, y exhortamos a los manifestantes a comprometerse con ese diálogo para superar el impasse”.
La violencia nunca es la respuesta
“El Secretario General, António Guterres, insta a la participación sustantiva y constructiva de la juventud para la construcción de un mundo mejor”, ha apuntado el portavoz. Dujarric también ha conminado a las autoridades bengalíes a trabajar con los jóvenes con el fin de encontrar soluciones a los desafíos actuales y de aprovechar su energía y vitalidad para impulsar el desarrollo del país.
Universidades cerradas
El gobierno bengalí ha cerrado todas las universidades públicas y privadas después de que las protestas se volvieran letales el martes pasado.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, también ha instado a las autoridades a dialogar con los estudiantes que exigen el fin del sistema de cuotas para los empleos públicos. Según Türk, todos los actos de violencia y uso de la fuerza, especialmente los que causan la muerte, deben ser investigados y sus autores deben rendir cuentas, al tiempo que ha recordado que "la libertad de expresión y de reunión pacífica son derechos humanos fundamentales".