El grupo islamista terrorista Hamás ha calificado la orden de Israel de cortar el suministro eléctrico a la Franja de Gaza de un “chantaje barato e inaceptable”.
“Cortar la electricidad, cerrar los cruces fronterizos, interrumpir la ayuda, el socorro y el combustible y dejar morir de hambre a nuestro pueblo constituye un castigo colectivo y un crimen de guerra en toda regla”, ha señalado el grupo en un comunicado, en referencia a una orden anterior por la que Israel bloquea la entrada de cualquier tipo de ayuda o alimento desde el pasado 2 de marzo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “busca perturbar el acuerdo (de alto el fuego) que el mundo ha presenciado, tratando de imponer una nueva hoja de ruta que sirva a sus intereses personales a expensas de las vidas de los prisioneros de ocupación (rehenes israelíes) y sin tener en cuenta las demandas de sus familias”, continua el grupo.
Está previsto que este lunes Israel envíe una delegación negociadora a Doha para tratar la continuación del alto el fuego tras una invitación de los mediadores estadounidenses, según confirmó anoche Netanyahu en un comunicado, recoge Europa Press.
Ayer domingo, por la tarde, el ministro de Energía israelí, Eli Cohen, ordenó cortar “inmediatamente” cualquier suministro de electricidad facilitado por la Corporación Eléctrica de Israel a la Franja de Gaza, según un videomensaje, si bien en el enclave palestino la vasta mayoría del tendido eléctrico ha sido destruido durante la guerra.
Con esta decisión sólo se verá afectado el funcionamiento deuna planta desalinizadora que abastece a más de 600.000 gazatíes, ha confirmado a EFE fuentes palestinas, a través de camiones cisterna o de las redes de las gobernaciones de Deir el Balah y Jan Yunis, en el centro y sur de Gaza, respectivamente.
Por su parte, el exministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha hecho un llamamiento en X para que el Ejército israelí bombardee “los enormes depósitos de combustible” que han entrado en Gaza durante el alto el fuego, así como los generadores eléctricos que, entre otras instalaciones, mantienen salas de operaciones y otras instancias hospitalarias funcionando.
“Estoy seguro de que el Shin Bet (servicio de inteligencia doméstico) podrá proporcionar información sobre la ubicación exacta de los depósitos y generadores”, ha dicho Ben Gvir, que ha añadido que “la Franja de Gaza debe quedar completa e inmediatamente bloqueada mientras haya un sólo rehén israelí retenido allí”.
"Señales positivas"
Más allá de la retórica de Trump de expulsar a los palestinos de Gaza y tomar el control del enclave, parece que el gobierno de Estados Unidos quiere escuchar lo que Hamas podría querer a cambio de la liberación de los 59 rehenes que aún mantiene. Sólo un estadounidense que aún se cree que está vivo, Edan Alexander, permanece en Gaza. El grupo también retiene a cuatro estadounidenses muertos.
En las últimas horas, Hamás se ha referido a "señales positivas" en las conversaciones que se están llevando a cabo en El Cairo (Egipto) de cara a la negociación de una segunda etapa del alto el fuego en Gaza, según un escueto comunicado recogido por la cadena panárabe Al Yazira.
El cese de hostilidades en el enclave palestino se encuentra ahora mismo en un limbo al expirar hace una semana la primera fase del alto el fuego inicial, que entró en vigor el 19 de enero. Israel ha declarado una tregua unilateral por el Ramadán y la Pascua judía hasta el mes que viene pero también ha bloqueado de nuevo la ayuda a Gaza como medida de presión y proseguido con sus operaciones militares.
La segunda fase del acuerdo contempla la retirada militar israelí de la Franja a cambio de nuevos intercambios de rehenes israelíes por prisioneros, más la apertura de discusiones sobre el futuro político del enclave, a concretar en una hipotética tercera etapa.
Estas cuestiones se han traducido en enormes fricciones entre Israel, que no está dispuesto a retirarse todavía del enclave, y Hamás, que se niega a abandonar el poder en Gaza.