La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha insistido en que los autores de una matanza contra una aldea palestina en Cisjordania ocupada deben responder ante la justicia para disuadir de futuros ataques.
Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina, se ha hecho eco de la condena generalizada a nivel internacional del ataque perpetrado por colonos israelíes contra la aldea de Jit, que causó la muerte de un palestino y heridas a una docena de personas.En este sentido, ha señalado que la matanza “no fue un ataque aislado”, en referencia a años de violencia dirigida contra comunidades palestinas por parte de colonos israelíes, y ha asegurado que era “consecuencia directa” de la política de ocupación de Israel.
Justicia para las víctimas y sus autores
“Llevamos años denunciando que los colonos atacan impunemente a las comunidades palestinas en sus tierras de Cisjordania, y éste es realmente el porqué de la cuestión: la impunidad de la que gozan los autores de tales actos”, ha afirmado Shamdasani.
Según los últimos datos del ACNUDH, 609 palestinos han muerto en Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental, desde los atentados terroristas dirigidos por Hamás contra Israel el 7 de octubre. Esta cifra incluye 146 niños, ocho mujeres y al menos cuatro personas con discapacidad.
“Está claro que hay que poner fin a esta situación, y para ello es fundamental que los responsables rindan cuentas”, ha insistido la portavoz, añadiendo: “Ha habido ataques de colonos y de las fuerzas de seguridad israelíes contra palestinos en Cisjordania y, en general, estamos viendo impunidad. Ha habido muy pocas investigaciones, pero incluso en esos casos, la mayoría de las veces no concluyen con justicia para las víctimas ni para los autores. Hay informes que indican que las fuerzas de seguridad israelíes se mantienen al margen de los ataques. Incluso hay informes de distribución de armas a los colonos. Por tanto, está claro que hay una responsabilidad del Estado en este sentido”.
No solo los colonos, también el Ejército
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados también ha condenado el uso incesante de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, que han matado a numerosos palestinos en la Cisjordania ocupada, incluidos los días 14 y 15 de agosto, cuando mataron a siete palestinos, entre ellos un niño, con misiles antitanque y ataques aéreos en la ciudad de Tubas, Tammun y el campo de refugiados de Balata. Según informes de la ONU, las fuerzas de seguridad israelíes impidieron el acceso de los paramédicos a los heridos.
Las evacuaciones no cesan
Mientras tanto, en la Franja de Gaza, nuevas órdenes de evacuación del Ejército israelí amenazaban el viernes con desarraigar de nuevo a comunidades en el este de Deir al Balah, el norte de Jan Yunis, el oeste de la ciudad de Gaza y otras zonas, han advertido organizaciones humanitarias.
Las Fuerzas de Defensa israelíes anunciaron las últimas órdenes mediante octavillas lanzadas desde el aire y mensajes de teléfono móvil, antes de emprender acciones contra la actividad de Hamás en las zonas previstas para la evacuación, en respuesta a los ataques con cohetes contra Israel.
En respuesta a la noticia, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), declaró el viernes que las órdenes de evacuación se aplicaban a zonas “incluso dentro de la llamada “zona humanitaria”, donde la gente ha luchado por encontrar espacio para refugiarse”. Y es que los habitantes de la Franja “siguen atrapados en una pesadilla interminable de muerte y destrucción a una escala asombrosa”, dijo la agencia de la ONU en una publicación en línea.
Ayuda fuera de alcance
Aunque los mediadores se preparaban para reunirse por segundo día consecutivo en Doha para impulsar un alto el fuego en Gaza y la liberación de todos los rehenes secuestrados el 7 de octubre, los equipos de ayuda advertían de que los gazatíes siguen sufriendo una debilitante escasez de ayuda. “Las hostilidades y las recurrentes órdenes de evacuación están impulsando un ciclo aparentemente interminable de desplazamientos y dificultando cada vez más el acceso de la población a la ayuda humanitaria que necesita para sobrevivir tras 10 meses de guerra”, ha declarado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en una actualización sobre la emergencia.
Haciéndose eco de los informes según los cuales los familiares de los habitantes de la Franja muertos en la guerra no han podido darles un entierro apropiado, OCHA ha señalado que las familias en duelo “no tienen tiempo para llorar, ya que ellas mismas se enfrentan a la muerte, el dolor, el hambre y la sed a diario”. Cada día ha sido descrito como una lucha por simplemente sobrevivir”.
Precariedades imperecederas
Un informe de un equipo interinstitucional que consiguió acceder a Jan Yunis el jueves informaba de cómo las familias desplazadas luchaban día a día por salir adelante. “Tenían que fabricarse su propio refugio con cualquier tela, trozo de madera o cartón que encontraran. Los niños son atacados por roedores e insectos por la noche debido a las malas condiciones de los refugios”.
El mismo equipo de evaluación ha señalado que, además de la dificultad para llegar a los mercados, junto con la falta de alimentos y los elevados precios, las familias afirmaron que, debido a la ausencia de productos de limpieza e higiene, “están contrayendo infecciones cutáneas, que afectan sobre todo a los niños”.