Los bombardeos e incursiones terrestres israelíes no cesan en Gaza mientras la población se encuentra al borde de la hambruna y la desnutrición, y las enfermedades transmisibles aumentan a gran velocidad. Es la voz de alarma de los organismos de la ONU que operan en ese territorio.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha explicado que los desplazamientos forzados de cientos de miles de personas hacia sitios cada vez más hostiles y extremos tratando de sobrevivir, favorecen la propagación de enfermedades infecciosas y la desnutrición.
"El grupo sanitario advierte un mayor aumento de la desnutrición y de las enfermedades transmisibles, incluidas erupciones cutáneas, enfermedades diarreicas y hepatitis A, debido al desplazamiento a gran escala hacia zonas sin alimentos, agua y otros servicios y bienes básicos", ha detallado OCHA en su parte más reciente de la situación en el terreno.
Sin servicios de salud
En particular en Rafah, la ciudad del sur en la que se refugiaban más de 1,5 millones de palestinos que habían huido del norte de Gaza, las instalaciones sanitarias esenciales se han vuelto inaccesibles dada su ubicación en zonas afectadas por órdenes de evacuación o cerca de ellas.
No obstante la intensificación de la embestida de Israel contra Rafah, la presión sobre el sistema de salud gazatí no es exclusiva de esa ciudad sino que afecta a toda la infraestructura sanitaria de la Franja de Gaza.
En el norte, han sido afectados 16 puntos médicos y cinco centros de atención primaria de salud y los hospitales Kamal Adwan.
Hospital sitiado
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que, desde el 19 de mayo, el hospital Al-Awda, en el norte de Gaza, está sitiado sin que nadie pueda salir ni entrar.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha precisado que 148 miembros del personal del hospital, 22 pacientes y sus acompañantes están atrapados dentro del recinto.
"El personal médico dentro del hospital dio cuenta de un ataque el 20 de mayo, con francotiradores apuntando al edificio y un cohete de artillería impactando en el quinto piso, donde se encuentra el departamento de administración. Hasta el momento no se han reportado heridos".
Los datos de la OMS señalan que sólo un tercio de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando parcialmente, lo que deja las instalaciones sanitarias críticas "inaccesibles" para los pacientes y trabajadores sanitarios afectados por la violencia o las órdenes de evacuación.
El 40% de los gazatíes, desplazados en las últimas dos semanas
Según la ONU, en estos momentos hay en Gaza más de 900.000 personas desarraigadas en las últimas dos semanas, es decir, el 40% de la población. La cifra incluye a 812.000 personas de Rafah y más de 100.000 en el norte de Gaza, todas viviendo en condiciones infrahumanas.
Los socios humanitarios que trabajan para proporcionar refugio a la gente en Gaza han comunicado que no hay tiendas de campaña y que quedan muy pocos artículos de refugio para distribuir
La gente desplazada de Rafah está buscando refugio en Khan Younis y Deir Al-Balah en cualquier terreno abierto disponible, incluidas carreteras de acceso y tierras agrícolas, así como en edificios dañados que no han sido evaluados estructuralmente.
Más del 75% de Gaza bajo orden de evacuación
A la fecha, más del 75% de la Franja de Gaza (unos 285 kilómetros cuadrados) está bajo órdenes de evacuación en medio de la escalada de hostilidades.
OCHA ha recordado que el derecho internacional humanitario estipula que los civiles deben ser protegidos en toda circunstancia.
"Dondequiera que estén en Gaza, deben satisfacerse sus necesidades esenciales, incluidos alimentos, refugio, agua y salud", enfatizó la ONU.
Sin alimentos
Por otra parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha destacado que sólo en Rafah se ha perdido el acceso a más de 100 puntos de distribución de alimentos dada la escalada militar israelí.
Los organismos de socorro que trabajan para brindar agua, saneamiento e higiene en subrayan la escasez de kits de higiene y contenedores para que los hogares recolecten y almacenen agua, insumos todos fundamentales para las personas desplazadas por la fuerza.