Israel justifica sus bombardeos en Siria como una "obligación moral" y anuncia nuevas acciones

La comunidad internacional se divide sobre los ataques israelíes, mientras Siria rechaza las agresiones y exige apoyo para su paz

18 de Julio de 2025
Actualizado a la 13:12h
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Israel justifica sus bombardeos en Siria como una "obligación moral" y anuncia nuevas acciones
Antes conocido por su nombre de guerra Abu Mohammed al Jolani, el nuevo líder sirio ha ganado reconocimiento internacional al mostrarse más moderado.

La situación en Oriente Medio se complica aún más tras las declaraciones del representante de Israel ante la ONU, Jonathan Miller, quien ha defendido los ataques aéreos del ejército israelí sobre Siria, calificándolos de una "obligación religiosa y moral". Según Miller, el Estado israelí está comprometido con la preservación de la región del sur de Siria como una zona desmilitarizada y tiene la responsabilidad de proteger a la población drusa de los "militantes yihadistas" que, según él, operan en la zona. Sin embargo, sus palabras han generado fuertes reacciones tanto dentro como fuera de la región.

Un acto "sagrado" según Israel

En su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Miller argumentó que Israel no puede quedarse de brazos cruzados frente a los "derrames de sangre" en la región, citando un versículo de la Torá para justificar sus acciones. De acuerdo con el diplomático israelí, las medidas militares de su país no son solo una obligación religiosa, sino también una responsabilidad moral y legal bajo su código constitucional. Aseguró que los ataques se centran en eliminar infraestructuras terroristas en el sur de Siria, sin la intención de interferir en los asuntos internos del país árabe.

En este contexto, Miller subrayó la necesidad de realizar "ataques precisos" contra los grupos yihadistas que, según él, amenazan la seguridad de Israel, y afirmó que tales acciones son una respuesta proporcional a las amenazas cercanas a sus fronteras. Sin embargo, la postura israelí ha sido rápidamente rechazada por Siria y otras naciones de la región, que califican estos bombardeos como un acto de agresión injustificado.

La respuesta de Siria: "No somos una amenaza"

El gobierno sirio, a través de su representante ante la ONU, Koussay Aldahak, ha rechazado tajantemente las justificaciones de Israel, insistiendo en que Siria no constituye una amenaza para ningún otro país en la región. Aldahak denunció que los ataques israelíes son una continuación de la política de ocupación que busca desestabilizar a Siria y arrastrarla a un conflicto aún más profundo. La comunidad siria, enfatizó Aldahak, se mantiene unida frente a estas agresiones y rechaza todo intento de intervención extranjera.

Siria, que lleva más de una década inmersa en una guerra civil devastadora, reclama a la comunidad internacional que apoye sus esfuerzos por alcanzar una paz interna y rechaza lo que considera una intromisión extranjera que solo empeora su situación. La violencia de los últimos años, subrayó, ha tenido consecuencias devastadoras para su población, y los ataques israelíes solo contribuyen a la destrucción de cualquier posibilidad de paz.

División internacional sobre los bombardeos

La reacción internacional ha sido mixta, con potencias globales tomando posiciones divergentes. Estados Unidos, a través de su representante ante la ONU, Dorothy Shea, ha condenado la violencia en la región, pero aclaró que Washington no apoya los ataques israelíes. En lugar de respaldar las acciones militares de Israel, la administración de Joe Biden ha expresado su compromiso con una solución pacífica en Siria, abogando por el diálogo y la unidad nacional en el país.

Por su parte, Irán ha sido aún más crítico, acusando a Israel de violar la soberanía siria y de actuar sin justificación legal ni moral. Según el representante iraní ante la ONU, Amir Said Iravani, las operaciones israelíes solo empeoran la situación en la región y deben ser condenadas por la comunidad internacional.

Una situación compleja y peligrosa

En un escenario cada vez más polarizado, las tensiones en torno a Siria se intensifican. Mientras Israel asegura que sus ataques son necesarios para proteger sus fronteras y a las minorías en la región, Siria, con el apoyo de algunos actores internacionales, insiste en su derecho a mantener su soberanía y rechaza cualquier tipo de intervención extranjera. La comunidad internacional se enfrenta a un dilema ético y político, ya que las distintas posturas sobre el conflicto reflejan intereses geopolíticos profundamente arraigados que dificultan la búsqueda de una solución pacífica y duradera.

En este contexto, las palabras del subsecretario general de la ONU, Jaled Jiari, resonaron con fuerza al alertar sobre el peligro de que la transición política hacia la paz en Siria se vea comprometida por los ataques aéreos y la violencia sectaria, factores que dificultan aún más la estabilización del país. "La paz está en juego", concluyó Jiari, mientras la comunidad internacional sigue observando cómo se desarrollan los acontecimientos en uno de los conflictos más complejos del siglo XXI.

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