Nuevos ataques aéreos israelíes han afectado a zonas del sur, en Rafah, y el centro de Gaza. Las hostilidades se produjeron después de otro ataque el domingo contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) convertida en refugio en el campo de refugiados de Nuseirat. Al menos 17 personas murieron, según las autoridades locales.
Otras dos escuelas de la UNRWA fueron atacadas la semana pasada, con lo que ya son 190 las instalaciones de ese organismo atacadas desde que estalló la guerra hace más de nueve meses. A este respecto, el comisionado general de la UNRWA ha declarado que la sede del organismo en Gaza “se ha convertido en un campo de batalla y ahora está arrasada”.
Philippe Lazzarini define esta nueva oleada como “otro episodio en el flagrante desprecio del derecho internacional humanitario”, añadiendo que las instalaciones de las Naciones Unidas deben ser protegidas en todo momento.
Pacientes tratados en el suelo sin bactericidas
El personal humanitario de la ONU y sus socios seguían atendiendo a las víctimas del bombardeo del sábado contra Al Mawasi, en el suroeste de Gaza, que, según los informes, causó al menos 90 muertos y unos 300 heridos. En una actualización desde el Complejo Médico Nasser en Khan Younis, donde las víctimas han sido admitidas, el director de la UNRWA en Gaza, Scott Anderson, ha manifrestado haber sido testigo de "algunas de las escenas más horribles" que había experimentado en sus nueve meses en Gaza.
"Sin suficientes camas, equipos de higiene, sábanas o batas, muchos pacientes fueron tratados en el suelo sin desinfectantes, los sistemas de ventilación estaban desconectados debido a la falta de electricidad y combustible, y el aire estaba lleno de olor a sangre", ha explicado Anderson.
No existen “zonas humanitarias”
El desbordado centro recibió más de cien casos graves en un sólo día, continúa el funcionario de la UNRWA. "Vi niños pequeños con amputaciones dobles, niños paralíticos que no podían recibir tratamiento y otros separados de sus padres", añadiendo que los padres se habían trasladado a la "llamada zona humanitaria" de Al Mawasi, con la esperanza de que sus hijos estuvieran a salvo allí.
En un comunicado, el ejército israelí dijo que tenía como objetivo a un comandante militar de Hamás en Al Mawasi, al oeste de la ciudad de Khan Younis, junto a la costa. En la zona de arena y frente al mar viven actualmente cientos de miles de personas, entre ellas muchas desarraigadas por la fuerza de Rafah, al sur de Gaza, a principios de mayo, antes de una incursión de las fuerzas israelíes.
Por su parte, el portavoz del Secretario General de la ONU, ha señalado que los horrores presenciados en los últimos días no hacen sino subrayar que no hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza. “Ni refugios, ni hospitales, ni las denominadas zonas humanitarias”. Por eso ha vuelto a insistir en que “pedimos una vez más a todas las partes en este conflicto que respeten sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”. Stéphane Dujarric, ha recordado que deben velar por la protección de los civiles, y garantizar el paso seguro de quienes huyen.
Miseria en las tiendas
El pasado miércoles, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dirigió una misión interinstitucional a dos refugios informales en los campos de Al Bureij y Al Maghazi, en Deir al Balah, en el centro de Gaza.
En Al Bureij, 3.800 personas comparten 388 tiendas de campaña sin servicios sanitarios ni artículos básicos como agua y productos de higiene. En Al Maghazi, más de 1000 personas, entre ellas siete enfermos de cáncer, se hacinan en una escuela dañada de la UNRWA sin atención médica, agua ni alimentos.
"Mis colegas de la comunidad humanitaria están haciendo todo lo posible para aumentar la capacidad médica en Gaza, pero los impedimentos a las operaciones humanitarias nos impiden apoyar a la gente en cualquier lugar ", ha dicho Anderson, antes de repetir los llamamientos para un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes israelíes restantes tomados durante los ataques de Hamás el 7 de octubre, y una "oportunidad significativa" para que comience la recuperación, haciendo hincapié en que los civiles deben ser protegidos en todo momento.
Movilizarse con lo puesto
Alrededor de 1,9 millones de personas desplazadas en Gaza se enfrentan a condiciones terribles a medida que el conflicto sigue intensificándose, con miles de gazatíes que carecen de agua potable, saneamiento y alimentos, según los últimos informes de las agencias humanitarias.
En una escuela de Deir al Balah, donde se refugian 14.000 personas, sólo hay 25 retretes disponibles, han señalado desde la UNRWA. La continua falta de suministro de combustible en el enclave también ha seguido obstaculizando las operaciones de socorro y el funcionamiento de las plantas de desalinización, hospitales y otros servicios públicos.
Anderson ha hecho referencia a las órdenes de evacuación en el norte de la Franja que, segúnj estiman, afectó a unas 200.000 personas. “En este momento, nueve de cada diez personas en Gaza están desplazadas y casi todo el mundo se ha visto obligado a huir una y otra vez. De media, las personas de Gaza se han tenido que movilizar una vez al mes”.
El funcionario ha indicado que el término desplazamiento “no hace justicia” a lo que la gente se enfrenta cuando se moviliza, ya que, la mayoría de las veces, sólo se puede llevar lo que puede transportar. “Algunos solo pueden llevarse a sus hijos y algunos han perdido todo y necesitan todo. Cada vez que se desplazan pierden su dinero y sus posesiones. En la ciudad de Gaza, el viernes pasado, hablé con personas que me dijeron que simplemente no pueden permitirse movilizarse otra vez y están atrapadas donde están”.
Por último, ha destacado que, tras nueve meses de guerra, no se ha permitido ningún acceso a los medios internacionales. “En la mayoría de zonas de guerra, los periodistas cumplen un papel vital informando al público sobre lo que está pasando y sobre el impacto de la guerra en los civiles inocentes. Urgimos a las autoridades israelíes a autorizar la entrada a medios internacionales a la Franja de Gaza”.
La ayuda no escapa a los retrasos
Múltiples obstáculos siguen impidiendo la entrada en Gaza de un nivel adecuado de ayuda, entre ellos los largos retrasos en los puestos de control y el colapso de la ley y el orden entre la gente desesperada por conseguir alimentos. Pero los esfuerzos para proporcionar servicios de referencia, tiendas de campaña, camas, camillas, productos desechables y medicamentos están en marcha.
En estos momentos, sólo el 25% del combustible diario necesario para las operaciones humanitarias ha entrado en el territorio palestino en lo que va de julio, causando una caída del 40% en la distribución pública de agua. Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la falta de acceso a alimentos, agua, saneamiento y servicios básicos de salud está aumentando la vulnerabilidad de la población a las enfermedades.
Entre el 8 y el 11 de julio, 152 palestinos murieron y 392 resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Desde el 7 de octubre, al menos 38.345 palestinos han muerto y 88.295 han resultado heridos.