Israel ordena evacuar el sur de Gaza ante un ataque inminente y sin precedentes

La comunidad internacional mira con preocupación la escalada israelí en una franja devastada por meses de ofensiva

27 de Mayo de 2025
Actualizado a las 10:54h
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Israel ordena evacuar el sur de Gaza ante un ataque inminente y sin precedentes
Una familia de Gaza mira entre los escombros de un edificio destruido. Situaciones como esta sustentan el llamamiento de seis entidades de la ONU a los líderes mundiales. | Foto: UNFPA 

La amenaza de una nueva ofensiva militar israelí de gran magnitud obliga a decenas de miles de palestinos a abandonar el sur de Gaza, mientras crecen las críticas por la dimensión del castigo colectivo impuesto a la población civil.

El Ejército de Israel ha lanzado este lunes una nueva advertencia que, más que una medida de protección, parece el preámbulo de una ofensiva devastadora. La orden de evacuación afecta a casi toda la zona sur de la Franja de Gaza, una región que, tras meses de bombardeos y asedios, se encuentra ya al borde del colapso humanitario. Las autoridades israelíes han prometido un "ataque sin precedentes" contra supuestos objetivos "terroristas", sin atender al hecho de que en esas mismas áreas sobreviven cientos de miles de civiles.

La orden, anunciada por el portavoz militar Avichai Adrae a través de redes sociales y en lengua árabe, exige el desplazamiento forzoso de la población de Jan Yunis, Bani Suheila, Abasan y Al Qarara, zonas densamente pobladas del sur gazatí. Según el Ejército israelí, estas localidades siguen siendo lanzaderas de cohetes contra su territorio, aunque no se han aportado pruebas verificables. Los civiles deben trasladarse a Al Mauasi, una estrecha franja costera que Israel ha designado como "zona segura", pese a las condiciones inhumanas y de hacinamiento que allí se registran.

Una evacuación imposible

La exclusión de hospitales como Al Amal y Nasser del mandato de evacuación no atenúa el drama. Las rutas están destruidas, el combustible escasea, los enfermos no pueden moverse y el sistema sanitario está colapsado. La realidad sobre el terreno convierte la evacuación en una quimera.

Mientras tanto, Israel justifica su operación con el argumento del derecho a la defensa tras el lanzamiento de tres proyectiles desde Gaza, de los cuales sólo uno llegó a ser interceptado en el espacio aéreo israelí. Una reacción desproporcionada a una amenaza menor, que sirve como pretexto para lo que parece ser un nuevo episodio de castigo colectivo.

Más de 50.000 muertos, una cifra insoportable

La ofensiva israelí, iniciada tras los ataques del 7 de octubre de 2023 por milicias palestinas, ha dejado hasta la fecha un saldo atroz: más de 53.970 muertos y cerca de 122.960 heridos, según fuentes del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños. El número sigue creciendo día a día, en un conflicto que ya ha destruido buena parte de las infraestructuras civiles y ha dejado a más de dos millones de personas sin acceso regular a agua, alimentos o atención médica.

Mientras Israel sostiene que combate al terrorismo, las imágenes desde Gaza muestran escuelas bombardeadas, hospitales colapsados y cadáveres enterrados bajo escombros. La comunidad internacional, en especial los países occidentales, guarda un silencio que raya en la complicidad. La política de hechos consumados de Tel Aviv se impone sin apenas contestación, reforzando un paradigma en el que la vida palestina parece valer cada vez menos.

Israel alega estar actuando dentro de los límites del derecho internacional, pero la proporcionalidad y la distinción entre civiles y combatientes, principios básicos del Derecho Internacional Humanitario, brillan por su ausencia. La nueva ofensiva anunciada, con su lenguaje belicista y su desprecio por el sufrimiento humano, augura una catástrofe aún mayor. Y la historia juzgará no sólo a quienes la ejecutan, sino también a quienes hoy eligen mirar hacia otro lado.

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