Mientras en las calles de Malmö las protestas por la participación de Israel en la 68.ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión se sucedían antes del inicio de la segunda semifinal, la televisión pública flamenca, una de las dos cadenas belgas que organizan la participación para Eurovisión, interrumpía temporalmente la emisión del festival durante la actuación de la representante de Israel, Eden Golan, a petición de un sindicato.
Los telespectadores pudieron leer el siguiente mensaje: "Condenamos las violaciones del estado de Israel en Gaza. Israel está destrozando la libertad de prensa. Por
eso interrumpimos temporalmente la emisión".
Por otro lado, el representante de Bélgica, Mustii, que no pasó a la final, quiso sumarse a la ola de ciudadanos que piden el fin de la guerra y se pintó en el brazo la palabra "peace".
La representante israelí fue abucheada antes y durante la actuación. En sus ensayos previos ya se había escuchado gritos de "Palestina libre", lanzados desde las gradas del Malmö Arena, y una sonora pitada.
Aplausos pregrabados para tapar la pitada
En cambio, durante la retransmisión en directo no fue posible escuchar la repetición de esa pitada de los eurofans, pues la organización, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) recurrió a un sistema de aplausos pregrabados, tras la queja de la televisión pública israelí.
Eden Golan también recibió aplausos, pero las cámaras se limitaron a enfocar a un grupo de eurofans que portaban la bandera de Israel en apoyo a la representante.