La ley marca el fin del paso de Musk por la Casa Blanca: deberá abandonar el cargo en mayo

Casi 80 congresistas exigen su salida antes del 30 de mayo por violar la legislación y dañar a la clase trabajadora

12 de Abril de 2025
Actualizado el 13 de abril
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La ley marca el fin del paso de Musk por la Casa Blanca: deberá abandonar el cargo en mayo
Elon Musk con la motosierra de Javier Milei.

El magnate sudafricano Elon Musk deberá abandonar su cargo en la Administración estadounidense a finales de mayo, en medio de fuertes críticas por su gestión y presuntas violaciones legales, según una carta firmada por decenas de legisladores demócratas.

El controvertido paso de Elon Musk por el Gobierno de Donald Trump entra en su fase final. Según estipula la legislación estadounidense, su papel como empleado especial tiene un límite legal de 130 días, un plazo que expirará el próximo 30 de mayo. Así lo han recordado casi 80 congresistas del Partido Demócrata en una carta oficial dirigida al presidente, en la que exigen una aclaración inmediata y pública sobre su salida.

La misiva, en tono tajante, acusa a Musk de haber cometido "reiteradas violaciones de la ley" durante su breve paso por el poder y solicita que, en cumplimiento del marco legal vigente, entregue toda autoridad para la toma de decisiones antes de la fecha límite.

Además de los aspectos legales, los congresistas han cargado duramente contra el impacto social de su gestión al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). En palabras recogidas por el medio The Hill, los firmantes denuncian que el empresario ha causado "un daño enorme" a la clase trabajadora estadounidense. “Mientras millones de ciudadanos sufren, Musk continúa enriqueciéndose y violando las leyes de la ética”, lamentan.

Durante su mandato en DOGE, Musk ha liderado una agresiva campaña de recortes presupuestarios que incluyó despidos masivos de empleados públicos y la eliminación de subvenciones clave. Estas medidas han sido celebradas por el núcleo duro del trumpismo, pero criticadas por amplios sectores sociales y políticos, que las consideran un ataque directo a los servicios públicos.

Las dudas sobre su presencia en la Casa Blanca no solo se limitan a su desempeño, sino también a sus intereses personales. Musk dirige una compleja red empresarial que incluye gigantes como Tesla y la red social X, empresas que, según denuncian sus críticos, podrían beneficiarse de contratos y decisiones gubernamentales. Esta situación ha reavivado el debate sobre los conflictos de interés entre el sector privado y los altos cargos en la Administración.

Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt se ha apresurado a desacreditar las informaciones sobre una posible salida anticipada del empresario, calificándolas de “basura”. Sin embargo, reconoció que Musk abandonará su cargo una vez “complete su increíble trabajo” al frente de DOGE, en una declaración que no ha convencido a sus detractores.

La figura de Musk, como casi siempre, genera tanto admiración como rechazo. Pero en esta ocasión, su presencia en el Gobierno ha encendido todas las alarmas entre quienes ven en él no a un servidor público, sino a un empresario utilizando el poder político para ampliar su influencia económica. Ahora, con el calendario corriendo en su contra, su salida parece inevitable. 

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