La Asamblea General ha concedido más derechos a Palestina para su participación en los asuntos de las Naciones Unidas, sin que este Estado haya podido aún adquirir el estatus de miembro de pleno derecho.
La concesión de esos derechos fue adoptada en una resolución, relativa al estatuto del Estado observador de Palestina en las Naciones Unidas, que fue aprobada por 143 votos a favor, 25 abstenciones y nueve en contra.
La resolución sigue al veto emitido por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad el 18 de abril, que bloqueó la admisión de Palestina como Estado miembro de pleno derecho de la ONU.
Tras la decisión de la Asamblea General, el embajador palestino, Ryan Mansour, ha dicho que este es "un voto a favor de la existencia de Palestina. Por eso el Gobierno israelí se opone tanto. Porque se opone totalmente a nuestra independencia y a la solución de los dos Estados"
El embajador israelí, por su parte, ha señalado que el texto concede derechos y privilegios al futuro Estado terrorista de Hamas y ha sacado una pequeña trituradora de papel en la que ha metido una copia de la carta de la ONU acusando a los estados de destruirla.
Cambios significativos
La resolución aprobada enumera cambios significativos en el estatus del Estado de Palestina en las reuniones y conferencias de la Asamblea General, incluido su orden en la lista de oradores y la disposición de los asientos.
También “recomienda” al Consejo de Seguridad que reconsidere favorablemente la cuestión de la adhesión de Palestina, de conformidad con el artículo 4 de la Carta de las Naciones Unidas y la opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 1948.
Estos nuevos derechos no sólo tienen una importancia simbólica, sino que señalan un cambio en el peso diplomático de Palestina dentro de todo el sistema de la ONU. Dicho esto, la Asamblea General no ha concedido a Palestina la condición de miembro de la ONU, ya que para ello es necesaria una recomendación del Consejo de Seguridad.
Entre otros derechos, la resolución concede al Estado de Palestina el derecho a ocupar un puesto entre los Estados miembros por orden alfabético; el derecho a inscribirse en la lista de oradores en relación con los puntos del orden del día distintos de las cuestiones palestinas y de Oriente Próximo, en el orden en que manifieste su deseo de intervenir; el derecho a hacer declaraciones en nombre de un grupo, incluso entre los representantes de los grupos principales; el derecho a presentar propuestas y enmiendas y a introducirlas, incluso oralmente, también en nombre de un grupo; el derecho de los miembros de la delegación del Estado de Palestina a ser elegidos miembros de la Mesa del Pleno y de las Comisiones Principales de la Asamblea General, y el derecho a participar plena y efectivamente en las conferencias de las Naciones Unidas y en las conferencias y reuniones internacionales convocadas bajo los auspicios de la Asamblea General o, según proceda, bajo los auspicios de otros órganos de las Naciones Unidas, en consonancia con su participación en el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible
Sin derecho a voto
Sin embargo, como Estado observador, Palestina no tiene derecho a voto en la Asamblea General ni a presentar su candidatura a órganos de la ONU como el Consejo de Seguridad o el Consejo Económico y Social.
Los nuevos derechos se harán realidad a partir del inicio del 79º periodo de sesiones de la Asamblea General, que comienza a mediados de septiembre de este año.
Ahora, toda la cuestión del estatus de Palestina volverá al Consejo de Seguridad para un nuevo examen, donde es probable que cualquier esfuerzo por conseguir la plena adhesión sea bloqueado de nuevo por Estados Unidos, al margen de la opinión de la mayoría de los miembros de la Asamblea General sobre la crisis.
Nueve países se han opuesto a la ampliación de los derechos de Palestina en la ONU: Israel y su principal aliado, Estados Unidos, Argentina, la República Checa, Hungría, Micronesia, Nauru, Palau y Papua Nueva Guinea.
Décima Sesión Especial de Emergencia
La votación se ha producido en una reunión que es la continuación de la que se conoce diplomáticamente como la décima Sesión Especial de Emergencia, convocada por última vez el 12 de diciembre de 2023, en un contexto de agravamiento de la crisis en Gaza.
En aquella reunión, en una resolución aprobada por abrumadora mayoría, la Asamblea exigió un alto el fuego humanitario inmediato, así como la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.