Macron no se va, se queda. El presidente francés pidió este jueves unidad “para trabajar por Francia y forjar nuevos compromisos”, tras la caída del Gobierno conservador de Michel Barnier, ayer en una moción de censura instada por la pinza de “la extrema derecha y la extrema izquierda”. Se esperaba que Macron anunciara el nombre del encargado de ponerse al frente del nuevo Gobierno, pero no ha desvelado su nombre. De esta manera, el presidente de la República se aferra al poder, pero queda en una posición de gran debilidad. De hecho, Marine Le Pen le ha augurado que “no durará ni tres meses más”.
Es evidente que Macron va a estar sometido a una presión máxima a lo largo de esta legislatura. El nuevo Gobierno será tan frágil que podría caer a corto plazo. Y el siguiente también estaría condenado a ser derrocado. Macron no tiene salida, Francia es ingobernable, más aún si tenemos en cuenta la gran movilización en su contra de amplios sectores de la sociedad. La sombra de la dimisión del presidente y de unas elecciones anticipadas va a planear lo que quede de legislatura y hasta las Presidenciales de 2027. Macron ha dejado claro que irá “hasta el final del mandato”, pero a día de hoy ese deseo se antoja ciencia ficción. No parece que pueda resistir una sucesión de gobiernos que podrían ir cayendo uno tras otro, como fichas de dominó. Analistas y politólogos creen que en algún momento habrá elecciones anticipadas, ya que la legislatura morirá antes de tiempo.
En una intervención televisada al país, Macron dijo que “en los próximos días” nombrará un nuevo primer ministro. Tras la primera moción de censura con éxito que vive Francia desde 1962, Macron criticó a los promotores de la iniciativa, porque no la presentaron “para hacer, sino para deshacer, para crear el desorden”, dijo.
Recordó que el éxito de la moción “ha dejado a Francia sin presupuestos a pocos días para las fiestas de Navidad”. Los responsables de la moción de censura “no piensan en ustedes, sino en la elección presidencial” de 2027, aseguró a los ciudadanos franceses.
Macron recordó que, por mandato constitucional, no puede haber nuevas elecciones legislativas antes de que se cumpla un año de las del pasado verano, por lo que es necesario que los partidos políticos se entiendan en una Asamblea Nacional más fragmentada que nunca. Francia y Europa “necesitan un Gobierno”, insistió, y por ello “desde hoy debe comenzar una nueva época” en la que “todos tenemos que trabajar por Francia”, para lo que “harán falta nuevos compromisos”, resaltó.
Macron explicó que el nuevo Gobierno deberá aprobar una ley transitoria para prorrogar los presupuestos de 2024, de modo que no se interrumpa la actividad del Estado, y poner en marcha unos nuevos para 2025, a comienzos del año próximo, que será “la prioridad” de ese Ejecutivo.