Este sábado, Madrid será el epicentro de una movilización histórica en la que una treintena de organizaciones y partidos políticos, entre los que se encuentran Sumar, Podemos, Izquierda Unida, UGT, y Comisiones Obreras, unen fuerzas para pedir un cese a la violencia en Palestina mediante un "acuerdo de mínimos". Superando diferencias ideológicas, esta coalición unificada demanda el apoyo a la acusación de genocidio presentada por Sudáfrica, el fin de la impunidad israelí y la retirada de las tropas de Gaza.
Parar la masacre en Palestina
En la rueda de prensa del jueves, la periodista Teresa Aranguren, voz de la comunidad hispano-palestina, junto a Nayef Ibrahim, presidente de la Asociación Hispano-Palestina, presentaron el manifiesto de la manifestación, que arrancará en Atocha y culminará en la Puerta del Sol. La movilización busca ser un reflejo del sentir mayoritario de los españoles y llama a una participación masiva que trascienda ideologías para presionar al Gobierno español a intensificar sus esfuerzos para "parar la matanza" perpetrada por Israel en la Franja de Gaza.
"Pedimos una participación abrumadora que manifieste el sentir de una gran parte de la población española", enfatizó Aranguren, mientras que Ibrahim destacó la importancia de movilizar a personas de todas las sensibilidades políticas bajo un estandarte común de humanidad. Los lemas "no a la impunidad" y "fin a la masacre", consensuados entre los convocantes, resumen el espíritu de la convocatoria, que además cuenta con el respaldo de defensores de la causa palestina, CEAR y otras organizaciones, mientras PSOE y Amnistía Internacional participan como asistentes.
Eufemismo para un genocidio en potencia
El contexto de esta movilización es crítico, siguiendo la orden de evacuación de Rafah por parte del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo que Aranguren interpreta como un eufemismo para un genocidio en potencia. La marcha exige a Europa un papel más activo en frenar a Israel, destacando la debilidad de los Estados árabes para influir en el cambio.
El manifiesto subraya los pasos positivos del gobierno español hacia Palestina, pero insiste en que "queda mucho por hacer". Se solicita un fin inmediato a la masacre y el reconocimiento efectivo de un Estado palestino soberano, así como una solución justa para los refugiados conforme al derecho internacional.
Solidaridad con Palestina
Esta movilización, que busca ser "abrumadora", se plantea como el inicio de una serie de acciones con miras a generar un impacto duradero y alcanzar acuerdos significativos entre sus miembros. La solidaridad y el consenso entre grupos diversos son fundamentales para la causa, según Aranguren, quien aboga por una movilización que abarque la amplia simpatía hacia la causa palestina entre la ciudadanía española.
Nayef Ibrahim hace un llamado a la solidaridad global y la acción gubernamental firme, destacando las palabras de Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, que recientemente señaló la urgencia de la situación en Gaza. "Estamos asistiendo al último capítulo de la solución final sionista", denunció Ibrahim, marcando la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta internacional contundente.
Esta marcha no solo representa un momento de unidad y solidaridad con el pueblo palestino, sino también un clamor por la justicia, la paz y el respeto a los derechos humanos, instando al gobierno español y a la comunidad internacional a adoptar una postura más activa y decidida en la defensa del derecho internacional y el fin de la violencia en Palestina.