El primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, ha pedido disculpas ante el Parlamento de Wellington a las miles de víctimas que sufrieron abusos sexuales, físicos y psicológicos en el seno de las instituciones estatales y religiosas del país entre 1950 y 1999.
“Hoy pido disculpas, en nombre del Gobierno, a todas las personas que han sufrido abusos, daños y abandono mientras estaban bajo su tutela. Lamento que no se les creyera cuando denunciaron los abusos. Lamento que muchos espectadores -personal, voluntarios y cuidadores- hicieran la vista gorda y no detuvieran o denunciaran los abusos”, ha dicho Luxon en un comunicado publicado por su despacho.
El mandatario también ha pedido disculpas por la “deficiente” supervisión del Estado, así como por no llevar a los agresores ante la justicia, la lentitud en la protección de las personas que se encontraban bajo el cuidado de estas instituciones y el trato dado a los supervivientes.
“El Estado en el que confiaron les defraudó, y lo lamento”, ha precisado Luxon al rendir tributo a los 2.400 supervivientes que contaron sus historias a la Comisión Real que investigó los abusos psicológicos, físicos o sexuales perpetrados durante cinco décadas contra más de 200.000 personas, entre ellos menores, que estaban a cargo de instituciones públicas o religiosas del país.
La Comisión Real de Investigación sobre Abusos en la Asistencia, creada en 2018, publicó en julio pasado 138 recomendaciones en su informe final de 3.000 páginas que recoge los testimonios de más de 2.400 supervivientes, incluyendo bebés, menores, maoríes y personas con discapacidad.
El informe final de la Comisión, publicado en julio pasado, calificó de “vergüenza nacional” los abusos a más del 30 % de los 655.000 niños, jóvenes y adultos que tuvieron a su cargo las instituciones públicas y religiosas durante el periodo investigado, que comprende entre 1950 y 1999.
“El número real nunca lo sabremos”, acotó ese informe sobre los abusos sexuales, emocionales, médicos, físicos y mentales, de explotación severa y negligencia, así como de las actitudes racistas, sexistas, homofóbicas, transfóbicas de los perpetradores, quienes ostentaban un cargo de poder, contra las personas que necesitaban apoyo.
La administración de Luxon ha informado que tiene previsto responder el grueso de estas recomendaciones a principios del próximo año centrándose en el apoyo a los supervivientes y en la prevención de futuros abusos, según recoge EFE.
“Sabemos que la reparación es importante para muchas personas. Estamos trabajando para introducir un nuevo sistema de reparación simplificado el año que viene”, ha dicho en el comunicado la Ministra de Coordinación de Nueva Zelanda, Erica Stanford, al referirse al pago de indemnizaciones a los supervivientes.
La ministra ha explicado que el Ejecutivo de Wellington destinará 34 millones de dólares neozelandeses (unos 20,3 millones de dólares estadounidenses), principalmente para mejorar la respuesta a las necesidades de los supervivientes y tenga más capacidad para tramitar sus reclamaciones.
Asimismo, conmemorará a partir del 12 de noviembre próximo el 'Día Nacional del Recuerdo' y eliminará todo tipo de referencia (monumentos, nombres de calles o instituciones o servicios públicos) de los agresores, entre otras medidas.