El primer ministro húngaro, Viktor Orban, acaba de llegar a Moscú esta mañana, con el objetivo de reunirse con su presidente, Putin.
Una visita que se produce después de la que ha realizado esta semana a la capital ucraniana, Kiev, donde se ha reunido con Zelenski y ha abordado la necesidad de construir un escenario para la paz.
Orban, presidente de Hungría, está ahora mismo al frente de la representación del Consejo de Ministros de la UE, a quien por turno le ha tocado la presidencia durante estos próximos seis meses.
Precisamente por esto, algunos líderes de la UE están reaccionando negativamente a la agenda del mandatario húngaro, al considerar que la imagen de Europa está pudiendo quedar comprometida. Es más, algunos han advertido, ya que la presencia de Orban en Hungría no se hace en nombre de los Estados miembro europeos.
Según ha informado la agencia de noticias Reuters, un diplomático que no ha revelado su identidad ha señalado que "Hungría no parece haber comprendido su papel... El escepticismo de los Estados miembro de la UE, lamentablemente, estaba justificado: se trata de defender los intereses de Budapest", ha afirmado.
Por su parte, el que fuera responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell, que actualmente está en periodo de transición hasta que sea nombrada la nueva candidata, ha afirmado que Orban "no representa a la UE de ninguna manera".
Para el finlandés Petteri Orpo, la visita resulta "inquietante".
Por su parte, Orban ha reconocido no tener mandato para negociar en nombre de la UE, pero que la paz no se puede lograr "desde un cómodo sillón de Bruselas".