La coordinadora residente de la ONU en Nepal, Hanna Singer Hamdy, ha alertado de que la situación en el país "es realmente muy tensa" y que "se ha deteriorado muy rápidamente", con al menos 15 fallecidos y más de un centenar de heridos en las protestas desatadas por el bloqueo gubernamental de las principales redes sociales.
"La policía usó fuerza y disparó gas lacrimógeno contra manifestantes que intentaban cruzar una zona restringida y entrar al complejo parlamentario", ha relatado, añadiendo que aunque no está confirmado el uso de munición real, "esta es la última información y mientras hablamos las cosas siguen desarrollándose".
Las protestas, organizadas por jóvenes de la Generación Z en Katmandú y otras ciudades importantes, estallaron después de que el gobierno prohibiera hace dos días el acceso a WhatsApp, Facebook, X y YouTube.
Entre la desinformación y la libertad de expresión
Las autoridades justificaron la medida argumentando la necesidad de que las plataformas internacionales se registren localmente y se alineen con las leyes internas, expresando preocupación por la "desinformación, la incitación al odio y la armonía social".
Sin embargo, Singer ha explicado que la decisión fue "ampliamente criticada como demasiado drástica" y percibida por muchos, "particularmente por los jóvenes que son muy globales, como una restricción a la libertad de expresión y al acceso a los espacios digitales".
La prohibición, según ha indicado, se levantó parcialmente este lunes, aunque se desconoce si será permanente.
Consultada sobre si las protestas podrían escalar a una crisis política mayor, la representante de la ONU ha comentado que "esto no es propio de Nepal. Muchos en mi equipo están llorando. Nunca han visto violencia en su vida. Me refiero a la idea de atacar abiertamente a los jóvenes con munición real. No veo que la situación vaya a cambiar. Espero que haya autocontrol y que prevalezca la sabiduría. Pero por ahora, por lo que estamos viendo, la situación parece grave".
Ante esta situación, Singer ha hecho un llamamiento "a todas las partes a ejercer la máxima moderación, adherirse a los principios básicos sobre el uso de la fuerza y las armas de fuego, y garantizar que las personas puedan ejercer sus derechos democráticos de manera segura y pacífica".
A su vez, ha destacado como prioridad inmediata "el acceso sin restricciones a la atención médica para los heridos" y ha revelado que se encuentra coordinando con la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos para evaluar la necesidad de apoyo adicional en materia de salud y posible mediación.