Más de 7.000 personas han sido interceptadas por la Guardia Costera y devueltas a la fuerza a LibiaLos testimonios que muchos pacientes trasladan a los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del Ocean Viking, el barco de búsqueda y salvamento operado conjuntamente junto a SOS Méditerranée, hablan de episodios de sufrimiento, abusos, torturas y violencia durante su paso y estancia en Libia.“En pocas horas los pacientes me han trasladado algunas historias terribles”, son los dramáticos relatos de las personas salvadas por MSF, y que a continuación relatos: Uno de ellos contó que en el lugar en el que los encerraban mataron a su amigo que estaba literalmente a su lado. Fue un momento aterrador. Un segundo paciente, había perdido dos dientes, que se los habían arrancado los traficantes en Libia para mandárselos a su familia y pedir un rescate.Otro dijo que a uno de sus amigos le hicieron lo mismo. Un hombre contó que le dispararon en el pecho pero que, como era un inmigrante, no se le permitió ir al hospital. Uno de sus amigos tuvo que extraerle la bala con un cuchillo.
Rostros marcados por la violencia en Libia mientras Europa mira para otro lado
28
de Octubre
de
2019
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Libia no es un lugar seguro al que deban devolverse refugiados, solicitantes de asilo o migrantes. Sin embargo, la Unión Europea y sus estados miembro siguen facilitando apoyo político y material a la Guardia costera, que se traduce en el retorno forzado a un país en conflicto. En lo que llevamos de 2019, más de 7.000 personas han sido interceptadas por las patrulleras libias y devueltas a la fuerza al país según datos de ACNUR y la OIM.
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