Las autoridades rusas han lanzado una advertencia explícita a Francia, amenazando con convertir al país en un "objetivo militar legítimo" si decide enviar tropas a Ucrania, como ha insinuado el presidente Emmanuel Macron. El mandatario galo ha reiterado su postura de que "Rusia no puede ganar la guerra", lo que ha provocado una respuesta contundente por parte del Kremlin.
Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, señaló durante una rueda de prensa que cada vez hay más ciudadanos franceses muriendo en el frente ucraniano. Advirtió que, en caso de que Francia se involucre directamente en el conflicto, "inevitablemente se convertirá en un objetivo bélico". Además, aseguró que "París ya cuenta con pruebas de esto".
Las declaraciones de Zajarova llegan en un contexto de tensiones crecientes, después de que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, anunciara que los ejercicios nucleares programados por las Fuerzas Armadas rusas están motivados, en parte, por las declaraciones de líderes internacionales como Macron sobre la posibilidad de desplegar tropas en Ucrania.
Macron ha sido un firme defensor de la soberanía ucraniana y ha insistido en que Rusia no puede prevalecer en el conflicto, subrayando la importancia de mantener la ayuda militar y humanitaria a Kiev. Francia ha brindado apoyo a Ucrania a través de la entrega de equipos militares, formación y asistencia logística, así como mediante el respaldo diplomático en foros internacionales.
Las amenazas de Rusia elevan las tensiones diplomáticas entre ambos países y subrayan la volatilidad de la situación. La implicación directa de fuerzas extranjeras en el conflicto supondría un nuevo punto de inflexión, con consecuencias imprevisibles para la seguridad internacional.
El escenario actual refleja una complejidad creciente, donde las acciones y declaraciones de líderes de ambas partes pueden desencadenar una escalada con consecuencias graves. En este contexto, la comunidad internacional busca equilibrar el apoyo a Ucrania con el mantenimiento de la estabilidad global, mientras la guerra sigue cobrándose vidas y desplazando a millones de personas en Europa del Este.