Trump asegura que Israel ha aceptado un alto el fuego de 60 días y urge a Hamas a aceptar una propuesta “final”

Más de 56.000 palestinos han muerto en el genocidio de Gaza desde octubre, unas cifras muy conservadoras

02 de Julio de 2025
Actualizado a las 12:13h
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Trump asegura que Israel ha aceptado un alto el fuego de 60 días y urge a Hamas a aceptar una propuesta “final”
Personas reunidas en un punto de distribución de alimentos en la ciudad de Gaza. | Foto: OMS 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que Israel ha aceptado “las condiciones necesarias” para cerrar un acuerdo de alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza. La afirmación, realizada a través de su red Truth Social, marca un nuevo intento de Washington por desbloquear las estancadas negociaciones entre Israel y Hamas. Trump ha lanzado un claro mensaje al grupo palestino: “Espero, por el bien de Oriente Medio, que Hamas acepte este acuerdo, porque no mejorará — SOLO EMPEORARÁ”.

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La propuesta, según explicó, será entregada a Hamas por los mediadores de Catar y Egipto, países que han sido claves en las conversaciones previas. Sin embargo, en el momento de su publicación, ni Israel había confirmado oficialmente su aceptación del pacto, ni Hamas había reaccionado al ultimátum estadounidense.

La iniciativa de Trump se produce a pocos días de su esperada reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Voy a ser muy firme con él”, aseguró el presidente. A su juicio, Netanyahu desea acabar con la guerra y un acuerdo podría cerrarse “la semana que viene”.

Entre el acuerdo y el abismo

El supuesto avance se produce tras meses de fracasos en las negociaciones. El último alto el fuego, en marzo, se rompió tras nuevos bombardeos israelíes sobre Gaza, que fueron justificados por “informes de preparación de ataques” por parte de Hamas. Desde entonces, la violencia se ha recrudecido.

Según las autoridades israelíes, el único fin posible de la guerra pasa por el desmantelamiento completo de Hamas, su desarme y la liberación de los rehenes. Hamas, por su parte, sigue exigiendo una retirada total del Ejército israelí de Gaza y un alto el fuego permanente, condiciones que Israel rechaza de plano.

Actualmente, se calcula que unos 50 rehenes israelíes siguen retenidos en Gaza, aunque solo alrededor de 20 se cree que están vivos. La propuesta de alto el fuego contempla su liberación parcial a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos. Pero no resuelve el fondo del conflicto: el control político y militar sobre Gaza.

Más de 56.000 muertos y una crisis humanitaria sin freno

Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas mató a más de 1.200 personas en Israel y secuestró a más de 250, la ofensiva militar israelí ha dejado un rastro de destrucción. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamas, más de 56.000 personas han muerto por los bombardeos y ataques terrestres del ejército israelí.

La situación humanitaria en la Franja es crítica. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU y diversas ONG alertan de una hambruna inminente, con el 100% de la población desplazada internamente. Más de 170 organizaciones, incluidas Oxfam, Save the Children y Amnistía Internacional, han exigido el cierre inmediato de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), respaldada por EE.UU. e Israel, que gestiona la distribución de ayuda y que ha sido acusada de operar bajo condiciones caóticas y violentas.

El ejército israelí, por su parte, ha negado las acusaciones de disparos contra civiles que acudían a recoger alimentos, y sostiene que el GHF es necesario para evitar que Hamas intervenga en la ayuda humanitaria.

La sombra de Irán y Yemen

El nuevo impulso negociador llega también tras la reciente escalada con Irán. Durante doce días, Israel y EE.UU. bombardearon instalaciones nucleares iraníes en un conflicto que, aunque breve, dejó huella. Algunos analistas creen que la debilidad mostrada por Teherán y el reciente alto el fuego entre Israel e Irán han creado una ventana de oportunidad para empujar a Hamas a aceptar un acuerdo.

En paralelo, Yemen también ha entrado en escena. Esta misma semana, se lanzaron proyectiles desde territorio yemení hacia Israel, lo que llevó al ministro de Defensa israelí a advertir que Saná podría “correr la misma suerte que Teherán”.

¿Tregua o trampa?

Aunque Trump y sus emisarios —el enviado especial Steve Witkoff, el secretario de Estado Marco Rubio y el vicepresidente JD Vance— se muestran optimistas, el clima de escepticismo es evidente. La propuesta de 60 días se presenta como “final”, pero no contempla los elementos que Hamas considera irrenunciables: el fin de la guerra, la retirada de tropas israelíes y el mantenimiento del control de Gaza.

Un alto cargo de Hamas ha señalado que, aunque su posición se ha suavizado en ciertos aspectos, no aceptarán una rendición disfrazada. En este sentido, los analistas advierten de que el plan de Trump podría quedarse en papel mojado si no logra introducir garantías que den respuesta a las exigencias mínimas de ambas partes.

La visita de Netanyahu a Washington será clave. De ella podría salir una hoja de ruta concreta o, por el contrario, una nueva declaración fallida que prolongue la guerra y el sufrimiento de millones de personas atrapadas en medio del fuego cruzado.

Entre la paz y la propaganda

La ofensiva diplomática de Trump puede leerse como un intento de reposicionarse en el tablero internacional con vistas a su posible regreso a la presidencia. Sin embargo, la paz en Gaza no depende solo de declaraciones en redes sociales ni de reuniones al más alto nivel. Depende de que se construya un acuerdo realista, justo y duradero, algo que hoy sigue tan lejano como el propio horizonte en las ruinas de Gaza.

Porque más allá de los titulares y las promesas, hay un pueblo entero que sigue muriendo, esperando que alguien, por fin, diga la verdad del genocido y del exterminio de los palestinos y actúe en consecuencia.

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