Trump se plantea no destinar ayudas estatales a la reconstrucción de Los Ángeles

En 2018, el magnate neoyorquino ya se negó a decretar la categoría de zona catastrófica y solo la aplicó cuando sus asesores le advirtieron de que su decisión era impopular y podría perder votos

15 de Enero de 2025
Actualizado a la 13:24h
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El incendio de California deja más de 30.000 evacuados.
El incendio de California deja más de 30.000 evacuados.

Los norteamericanos de la costa oeste del país, afectados por la voraz oleada de incendios que ha arrasado Los Ángeles, van a probar muy pronto el yugo de las políticas neoliberales, insolidarias y oligárquicas de Donald Trump. El magnate norteamericano es como los vampiros ante los ajos, siente auténtica alergia ante todo lo que huela a ayuda, a subvención, a intervencionismo estatal. De ahí que ya haya filtrado a la prensa afín que es muy probable que no haya fondos federales para la reconstrucción de la zona. Es decir, el que tenga dinero saldrá adelante; el que no, pasará al furgón de cola, entre los marginados, carne de cañón del país trumpizado, como ya ocurrió con los damnificados por el huracán Katrina, que devastó la costa atlántica, desde Florida hasta Texas, enviando Nueva Orleans a la Edad de Piedra, en el año 2005.  

Gavin Newsom, gobernador de California y uno de los principales políticos demócratas del país, ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que la inminente llegada de Trump a Washington signifique la disminución de la ayuda federal que puso en marcha la Administración de Joe Biden, según informa El País. “Lo ha hecho en Utah, en Míchigan, en Puerto Rico. Intentó hacerlo aquí en California antes de que yo fuera gobernador... Lo ha hecho durante años. Es su estilo”, aseguró el gobernador el domingo en una entrevista con la cadena NBC. Newsom también ha invitado a Trump a acudir a la zona del desastre, pero de momento el viaje a la zona cero del nuevo líder yanqui no se ha producido.

En el partido republicano hay división de opiniones sobre cómo debe afrontarse la reconstrucción de Los Ángeles y amplias zonas del Estado de California. A esta hora, la situación sigue siendo complicada en las áreas calcinadas. Se han confirmado al menos 24 muertes y 16 personas desaparecidas. Los incendios han destruido más de 12.000 viviendas, sobre todo en los barrios de Pacific Palisades, Eaton y Hurst. Los incendios forestales en Los Ángeles han causado pérdidas económicas estimadas en un volumen entre 52.000 y 57.000 millones de dólares (aproximadamente 50.400 a 55.200 millones de euros). Este cálculo incluye daños a propiedades, infraestructuras, salarios perdidos, gastos médicos y otros costos indirectos. Además, el siniestro, el más grave del siglo, ha provocado una crisis política, y el presidente electo, Donald Trump, ha criticado duramente a las autoridades locales, entre ellas Newsom, y también a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Trump ha culpado a las políticas de Newsom por la magnitud del desastre y ha insinuado que podría retener la ayuda federal. Aunque aún no está claro si finalmente enviará indemnizaciones a los damnificados, en Washington corre el rumor de que el nuevo presidente va a hacerse un Milei, es decir, que piensa dejar la cobertura de daños en manos de las compañías de seguros privados.

Algunos políticos republicanos de alto perfil han dejado caer la idea de que la ayuda a California debe estar condicionada. “Es mi punto de vista personal, pero ya veremos si hay consenso”, aseguró el lunes Mike Johnson, el presidente de la Cámara de Representantes. Según El País, este político también cargó contra las autoridades estatales y locales, acusándolos de negligencia por la mala gestión del agua, errores en el control forestal y “todo tipo de problemas”. Cabe recordar que una de las quejas de los miles de afectados es que los bomberos tardaron demasiado en llegar, un hecho que desde este cuerpo de seguridad se atribuye a la escasez de plantillas o falta de inversión. Hace tiempo que Estados Unidos camina por la senda del liberalismo más salvaje y se invierte poco en lo público. Salvando las distancias, lo que ha ocurrido en California se asemeja bastante a la reciente tragedia de la dana de Valencia, donde el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el trumpista de la derecha valenciana, decidió recortar en servicios públicos (incluso paralizando la puesta en marcha de una Unidad Militar de Emergencias de ámbito local adjudicada por el anterior Gobierno socialista). Es evidente que el capitalismo sin control mata, tal como se está viendo en las últimas crisis climáticas.

“Habrá condiciones al dinero, si es que este es aprobado”, aseguró en una entrevista el senador republicano John Barrasso, uno de los líderes del partido de Trump en la cámara alta. El episodio al que se refiere Newsom ocurrió a mediados de 2018, cuando la temporada de incendios de California destruyó casi 800.000 hectáreas y dejó 103 fallecidos en diferentes partes del Estado. “En octubre pasado se reveló que Trump se negó entonces a aprobar la declaración federal de desastres, un paso burocrático necesario para que se permita la transferencia de recursos para auxiliar a las víctimas”, añade El País. El entonces presidente solo cambió de opinión cuando uno de sus asesores le convenció, mostrándole que en algunas de las regiones afectadas, como el rico condado de Orange, Trump tenía más votos que en Estados como Iowa, un bastión republicano. Trump no ha respondido públicamente a las invitaciones que se le han hecho desde California. En su lugar, ha usado las redes sociales para criticar al gobernador de California y al aún presidente Biden. “Que esto sirva, y que sea emblemático, de la gran incompetencia y mala gestión del dúo de Biden/Newscum”, aseguró el miércoles el dirigente norteamericano, cambiando el apellido de Newsom para llamarlo “basura”. El sábado, Trump volvió a la carga. “Los fuegos siguen destruyendo Los Ángeles. Los incompetentes no tienen ni idea de cómo extinguirlos”, escribió el presidente electo en su red, Truth Social. Mucha verborrea y mucho odio, pero de las esperadas ayudas aún no se sabe nada.

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