Así es la vida en Gaza, según relata el jefe de comunicaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que se encuentra en la zona, donde ha visto escenas horribles que dan fe del sufrimiento inimaginable de los gazatíes.
La gente no tiene opciones
Cuenta Dumont que la devastación es absolutamente abrumadora. Este año estuvo en Goma, Puerto Príncipe y Jartum. En muchos lugares la gente ha tenido problemas para conseguir alimentos o ha tenido que ser desplazada o ha estado en zonas sitiadas. "Pero esto es un área de tierra muy pequeña rodeada por el mar por un lado y totalmente cerrada por los otros tres lados. No he conocido a nadie que no haya sido desplazado al menos dos o tres veces porque hay actividad militar. Casi todo el mundo ha perdido su hogar. Muchas personas han decidido que no tienen más remedio que regresar a sus hogares, que con frecuencia son literalmente escombros. Conocí a algunas familias que viven básicamente en bloques de cemento que se derrumbaron, tomaron los escombros y trataron de crear un espacio habitable debajo de las losas de cemento caídas que se apoyaban entre sí".
No hay electricidad, agua corriente ni alcantarillado. "Una familia que conocí vivía allí, estaba en el armazón de un edificio de cuatro pisos, pero está construido sobre arena y parece que se va a deslizar. La gente está muy desesperada, se ha quedado sin opciones y simplemente siente que tiene que irse, porque vivir en una tienda de campaña en invierno no es una opción. Este es el segundo invierno sin hogar para mucha gente".
Donde hay comida a la venta, los precios son impagables
Dumont también ha estado en la ciudad de Gaza. "No fui a las zonas del extremo norte. La ciudad de Gaza es una ciudad enorme, pero en realidad es muy plana. Hay muchos edificios grandes que han sido totalmente destruidos. Toda la zona de la cornisa está reducida a escombros que alguna vez fueron villas y cabañas de playa, y un puerto pesquero. Había todo tipo de cosas allí. Y ahora es como un pueblo fantasma", explica.
"Pudimos llegar a esa zona. Hay un poco más de comida allí, pero los precios de los alimentos, si no provienen de la comunidad internacional, del PMA, están por las nubes. Fuimos a una tienda y vimos a un hombre vendiendo pimientos a 195 dólares el kilo. Eso nos dijo, ese era el precio y, desde luego, la gente no puede permitírselo", continúa contando.
"Allí había una panadería apoyada por el PMA que vendía pan y funcionaba como un banco. Tenía dos ranuras de metal y un corredor metálico para que entrara la gente porque muchos están desesperados y no quieren que la gente resulte herida o aplastada tratando de conseguir comida. Estoy hablando de una panadería normal, pero es como si tuvieran un dispositivo de seguridad y estuviera organizada para tratar de garantizar que la gente esté segura".
Surgen pandillas que buscan llenar el vacío de poder
El informe sobre el hambre advirtió que hay población que estaría al borde de la hambruna. Para Dumont, el problema es que se ha producido "un colapso total de la sociedad. No hay policía, no hay infraestructura ni ninguna de las estructuras de la sociedad. Como resultado, en el sur de Gaza están surgiendo pandillas que tratan de llenar el vacío donde había una policía. El resultado de eso fue que nos saquearan los camiones que venían del sur y golpearan a nuestros conductores. Es una situación difícil".
El Programa Mundial de Alimentos está tratando de encontrar varias soluciones. "Hemos probado esquemas que podrían ayudar. Pero necesitamos encontrar la forma de lograr un flujo constante de alimentos. Obviamente la manera más fácil de hacerlo sería un alto el fuego, algo que siempre esperamos que suceda". Pero en ausencia de ello, "necesitamos encontrar la forma de llevar a la Franja todos los alimentos que tenemos fuera de Gaza para que la gente pueda acceder a ellos. Tenemos que hacérselo llegar a la gente de forma ordenada para que pueda obtener la comida de forma segura y así intentar mitigar el riesgo de hambruna. Creo que el próximo informe sobre el hambre se publicará en enero. Entonces sabremos más sobre qué dicen los datos. Aunque para ser honesto, creo que eso es irrelevante, lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que la gente tenga acceso a los alimentos".