Zarpa el Handala rumbo a Gaza: una travesía contra el silencio, el bloqueo y el genocido de israel

Un barco civil parte de Sicilia con ayuda humanitaria y activistas a bordo para denunciar el cerco sobre la Franja y exigir el fin del castigo colectivo a la población palestina

14 de Julio de 2025
Actualizado a las 12:29h
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Zarpa el Handala rumbo a Gaza: una travesía contra el silencio, el bloqueo y el genocido de israel
Zarpa el Handala rumbo a Gaza: una travesía contra el silencio, el bloqueo y el genocido de israel

El Handala zarpa desde Sicilia con un objetivo claro: llegar a Gaza cargado de esperanza, medicinas y denuncia. A bordo, 18 activistas —entre ellos dos españoles— plantan cara al asedio que sufre la Franja desde hace años.

En un ambiente cargado de emoción y compromiso, decenas de personas despidieron este domingo 13 de julio en el puerto siciliano de Siracusa al Handala, un barco civil con una misión clara: romper el bloqueo israelí sobre Gaza. A bordo viajan 18 activistas internacionales, entre ellos los españoles Santiago González Vallejo y Sergio Toribio, que forman parte de la Coalición de la Flotilla de la Libertad, una iniciativa ciudadana que desde 2010 desafía el cerco marítimo impuesto por Israel.

El Handala no transporta armas ni secretos, sino ayuda humanitaria: medicinas, alimentos y material para la infancia. Pero también lleva algo más difícil de medir: una carga simbólica de dignidad, denuncia y solidaridad con el pueblo palestino. Un viaje que durará una semana por el Mediterráneo con rumbo a una costa asediada.

Posición del Handala que navegará para romper el bloqueo, por los niños de Gaza
Posición del Handala que navegará para romper el bloqueo, por los niños de Gaza

“No somos gobiernos. Somos personas que actuamos donde las instituciones han fallado”, explican desde la Coalición.

Ladillo: Un barco, un símbolo

El nombre del buque no es casual. Handala es el mítico personaje del caricaturista palestino Naji al-Ali: un niño refugiado que, con los brazos cruzados y la espalda al mundo, representa el compromiso con la causa palestina y la negativa a olvidar. Es también la infancia gazatí la que da sentido a esta travesía. “Es una misión por los niños de Gaza”, subrayan los organizadores. “Queremos romper el silencio estival y la impunidad del genocidio”.

Flotilla de la libertad zarpa de nuevo
Flotilla de la libertad zarpa de nuevo

Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, más de 57.000 personas han muerto o están desaparecidas desde el inicio de los bombardeos israelíes, muchos de ellos menores. Las cifras son devastadoras: 50.000 niños y niñas han muerto o han resultado heridos desde octubre de 2023; decenas de miles han quedado huérfanos, y cerca de un millón han sido desplazados. La mayoría sufre desnutrición, enfermedades y traumas psicológicos profundos.

“No se puede aceptar que se mate de hambre a una población entera, mientras el mundo mira hacia otro lado”, denuncia Sergio Toribio, uno de los tripulantes españoles.

La sombra del Madleen y los precedentes

Esta no es la primera vez que se intenta romper el bloqueo por mar. Hace solo un mes, otro barco —el Madleen— fue interceptado por la marina israelí a más de 100 kilómetros de la costa gazatí. A bordo viajaban, entre otros, la activista Greta Thunberg y la eurodiputada Rima Hassan. Todos fueron detenidos y deportados. Israel justificó su acción diciendo que el cargamento se canalizó “por vías legales”, pero negó toda responsabilidad sobre la detención en aguas internacionales.

Zarpa el Handala rumbo a Gaza
Zarpa el Handala rumbo a Gaza

Incluso antes de eso, en mayo, otro intento fue frustrado violentamente: un buque de la Coalición fue atacado por drones en aguas cercanas a Malta. El suceso no fue reconocido oficialmente por Israel, pero dejó daños graves en la proa del barco.

El antecedente más trágico sigue siendo el del Mavi Marmara, en 2010, cuando comandos israelíes abordaron una flotilla y mataron a 10 activistas turcos. Aquel incidente provocó una oleada de condenas internacionales y tensó las relaciones diplomáticas entre Turquía e Israel.

Israel justifica, el mundo cuestiona

Israel impone el bloqueo sobre Gaza desde 2007, cuando el grupo islamista Hamás se hizo con el control del territorio. El gobierno israelí asegura que esta medida es necesaria para evitar el contrabando de armas. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y numerosos gobiernos lo califican como castigo colectivo a una población de más de dos millones de personas.

“Cuando se impide el acceso a alimentos, medicinas o agua, lo que se está bloqueando es la vida misma”, denunció Gabrielle Cathala, diputada francesa que se unirá a la expedición en Gallipoli.

Para Israel, estas flotillas no son más que maniobras propagandísticas. Para quienes las organizan, son un grito desesperado de humanidad. “Si no logramos llegar a Gaza, será otra violación flagrante del derecho internacional”, advirtió Cathala.

¿Piratería en el Mediterráneo?

Santiago González Vallejo, veterano activista español, lanzó una reflexión contundente antes de zarpar:

“Todos los barcos militares del Mediterráneo saben dónde está el Handala. Si permiten un ataque o secuestro, estarán consintiendo la piratería en alta mar”.

De hecho, la tripulación ha solicitado protección y visibilidad internacional. Saben que el viaje entraña riesgos. Pero también saben que hay vidas que dependen de que se rompa el bloqueo, aunque sea simbólicamente.

En 2023 y 2024, el Handala recorrió varios puertos europeos con un mensaje claro: Palestina no está sola. En cada parada organizaron actos públicos, talleres y encuentros para denunciar el bloqueo y promover la solidaridad con Gaza. Esta campaña educativa ha servido para contrarrestar la narrativa dominante en muchos medios occidentales, que ignoran o minimizan el sufrimiento cotidiano de la población palestina.

La partida del Handala vuelve a poner el foco sobre una tragedia silenciada. No solo navega un barco con medicinas; navega también una pregunta incómoda: ¿hasta cuándo vamos a permitir que se castigue colectivamente a un pueblo por resistir?

El mar no se puede bloquear

Los organizadores lo tienen claro: puede que no lleguen a Gaza, puede que sean interceptados o detenidos. Pero no se callarán. “Cada intento es una denuncia, un acto de desobediencia frente a la injusticia”, afirman. Y mientras el Handala avanza por las aguas del Mediterráneo, una certeza flota junto a él: el mar, al igual que la dignidad, no se puede bloquear.

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