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La nueva «normalidad»

Eva Puig
Eva Puig
Licenciada en filosofía, escritora y terapeuta. Amante de los horizontes. Desde la pandemia, hace humor gráfico como Malika.
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análisis

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Poco se ha hablado de las consecuencias de la pandemia y de su gestión. Del antes y después que ha supuesto para tantos. En este nuestro rincón de sentipensar voy a ir apuntando temas que me parecen de vital importancia. La que llamaban “nueva normalidad” ( o nueva “normaldad” en vocabulario Malikiense), logró normalizar cosas que no deberíamos nunca aceptar, como la censura.

Nací en el año 1975, soy hija de la que creímos democracia española. Siempre viví bajo un marco donde sentía que mi libertad de expresión estaba garantizado. Esta ilusión se desmoronó durante la pandemia del covid-19, cuya gestión fue totalitaria y la censura campó a sus anchas, normalizándose mantener calladas a todas aquellas voces que se salían del discurso oficial.

Formas de censura comunes durante los últimos años.

No dar voz en los medios públicos. Nunca se dió espacio a aquellas voces disidentes, algunas provenientes de científicos y médicos, que señalaban más de una incongruencia dentro de la narrativa oficial. También se silenció a los afectados por las mal llamadas “vacunas” covid, quedando sus vidas truncadas e invisibilizadas.

Los fact-checks o verificadores de información como Newtral, que de neutro no tiene nada. Durante estos años he visto cómo, sin espacio en los medios de desinformación masiva, las personas que pensaban distinto utilizaban las redes sociales como plataformas para hacer llegar sus mensajes y ejercer su derecho a la libre expresión. He visto cómo entrevistas en youtube caían por “inapropiadas”, cómo en Instagram y facebook se cancelaban cuentas sin más explicación que la de dar desinformación. He visto a mucha gente utilizar palabras en clave para no ser detectados por los algoritmos ni ser  eliminados.

La falacia de pensamiento “ad hominem.” Una falacia de pensamiento es un argumento que se toma como racional pero no lo es. La falacia “ad hominem” consiste en desacreditar al portador del mensaje en vez de argumentar por qué un mensaje es correcto o no. “Negacionista”, “terraplanista”, “irresponsable” , “egoísta”…fueron insultos normalizados desde las instituciones hasta el ciudadano de a pie, para censurar a todo aquel que pensara distinto. Desacreditar a quien tienes delante (y después deshumanizarlo) te exime de escuchar lo que dice.

La autocensura. Es la forma más sutil y perversa de censura: nadie te calla porque ya te callas tú. El miedo al rechazo y al insulto hizo que mucha gente no se atreviera no solo a exponer su pensamiento, sino a pensar distinto.

Algo se ha descuadrado los últimos años, y las líneas que estamos cruzando son sutiles, pero certeras y graves. Por si no fuera poco, el próximo tratado de pandemias de la Oms pretende normalizar y legalizar la censura , en nombre del bien común y de la verdad, de la seguridad y la salud de todos los ciudadanos. Un bien común y una verdad que no escuchen a quien tiene algo que objetar, y se crean con el derecho de acallar voces, me parece que son poco éticos, legítimos y verdaderos. Un lobo vestido de cordero.

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