Los mayores de 60 años, el motor de nuestro país

06 de Marzo de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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La crisis en toda su crudeza, con o sin brotes verdes, hubiera podido ser aún más trágica sin el apoyo de los mayores. Si entendemos, claro, algo del todo discutible, por mayores a los que ya pasan de los 60 años.Diferentes estudios demuestran que las personas en la última etapa de su vida laboral, así como jubilados o pensionistas, han mantenido a la maltrecha economía española, especialmente desde 2012 .En este sentido,  el Observatorio Cetelem publicó que en el 2016 los mayores están siendo un auténtico revulsivo del desarrollo económico y social de España en los últimos años de crisis económica.Y es que este colectivo de población ya representa un 38,5% de la población de los 13 países europeos que analiza el estudio (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía); un segmento cada vez más importante para las empresas debido al cambio demográfico que se da en Europa y que tiene una especial incidencia en España.El envejecimiento de la población en la vieja Europa y en nuestro país se convierte así en un referente positivo con el concepto de Economía del Envejecimiento.Los seniors además de ayudar económicamente a sus hijos con los gastos corrientes y las compras en un 80%, también han evitado desahucios, han colaborado en la economía familiar, permiten la conciliación laboral de sus hijas e hijos y, desde luego, son los cuidadores de sus nietas y nietos . Otro dato revelador del estudio es que un tercio tiene al menos un hijo viviendo en su hogar y sólo el 10% cree que su poder adquisitivo ha crecido en el último año.Sasntiago Aparicio, publicaba esta semana en Diario16 las conclusiones de un estudio de la Universidad de Salamanca,  dirigido por Pablo A. Muñoz, Óscar González y Álvaro Garrido sobre Economía del Envejecimiento, en los que se muestran los hábitos de consumo en los mayores y se ponen de manifiesto algunas sorpresas al respecto. En este informe, vemos que los seniors son más fieles a sus marcas de siempre, aunque sean más caras, que a las marcas blancas, que viajan más que los jóvenes y que, además, cada vez están más al tanto de las nuevas tecnologías, como demuestra el hecho de que el 56% de este colectivo utilice las nuevas tecnologías para informarse e interactuar.José Carlos Baura, exsecretario general del Imserso y vocal de la junta directiva de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, UDP, explica que la aportación de los mayores está siendo muy importante en la sociedad actual. Según explica, “los mayores ayudan a las familias, a sus hijos, y nietos, con su tiempo y su dinero, cuando hay necesidades en su entorno”. Por eso es muy importante tenerles respeto y en cuenta”. A este experto, y vocal en UDP de las relaciones con Iberoamérica, le parece “indignante que la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC no sea un tema absolutamente asumido en nuestro país y por las instituciones y poderes públicos”.Baura considera “una injusticia que el PP se haya “cargado el Pacto de Toledo”, en cuanto a actualización automática de las pensiones de acuerdo al IPC, después de tantos años cotizados”. Desde su punto de vista, “no debemos conformarnos”. Según manifiesta a Diario16, “Tenemos unas de las pensiones más bajas de Europa y es un insulto subirlas sólo un 0,25 por cierto. Como mínimo que mantengan su poder adquisitivo”.Por su parte, la experta en envejecimiento y presidenta de la red de centros de día Vitalia y HoffmannWorld, Catalina Hoffmann, asegura a Diario16, en este sentido, que “tenemos una deuda histórica con los mayores, los mismos que vivieron la guerra, superaron la postguerra y lograron con muchas dificultades el Estado de Bienestar que hoy disfrutamos todos”.La creadora del Método Hoffmann explica que “ha llegado el momento de desarrollar iniciativas, desde el ámbito público y el privado, para devolver a los mayores esta deuda, para trabajar no sólo para que la última etapa de sus vidas sea digna, sino para lanzar programas de prevención que les permitan vivir con salud y plenamente”. Según esta emprendedora, a una persona de 65 años pueden quedarle 20 ó 30 años de vida por delante. Los datos demográficos han cambiado y, por tanto, también las necesidades de estas personas.La Organización Mundial de la Salud avala esta teoría de Catalina Hoffmann, ya que por primera vez en la historia, hoy en día la mayoría de las personas pueden esperar vivir hasta los 80 años e incluso más allá. La ampliación de la esperanza de vida brinda una oportunidad importante no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto. En estos años de vida adicionales pueden emprender nuevas actividades, como estudios o antiguas aficiones, sin dejar de hacer aportaciones de gran valor a su familia y su comunidad .
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