El final del confinamiento, para los juristas la sido de traca. Hemos observado esa especie de duelo en el OK Corral, entre jueces y parte del establishment contra el despacho de abogados  Arriaga Asociacios. Y ciertamente, como en el celebérrimo desafío, de entrada uno no sabe, de entrada, quien es más bandido.

No nos engañemos, unos pertenecen a esas compañías abusaniños, que explotan a estudiantes poniendo demandas formularizadas contra los bancos quedándose buena parte de lo que sacan por las clausulas suelo y parecidos, pero que ahora es un pujante modelo de éxito. Los otros, la Seccion 15 de la Audiencia de Barcelona, con una sentencia polémica y sobretodo mal explicada, centrada en el protagonismo de un magistrado, al que le montan un acto, y del que se aprovechan sus organizadores, vinculados a la banca y a los poderes de toda la vida.

Posteriormente, la querella de Arriaga contra la Sección 15 y la publicitación «urbi et orbe», para que se vea que ellos SI defienden a los afectados, que son una especie de  justicieros sin espada, y finalmente, el CGPJ, requiriendo a la Abogacía que fulminen a ese despacho.

Realmente, no sé quien ganará, pero lo que si sé es que han aflorado en este conflicto los conocidos siete pecados capitales. Veámoslo.

1.Pecado de Envidia

Los que caen en el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta, y por consiguiente desean el mal al prójimo, y se sienten bien con el mal ajeno; y en este caso, tener el poder en mayúsculas que tienen los bancos y de los que han manejado el cotarro, hasta ahora.

2.Pecado de Gula

Actualmente la gula se identifica con la glotonería, el consumo excesivo de comida y bebida, en cambio en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado, incluyendo ciertas formas de comportamiento destructivo, y eso me atrevería a decir que es lo que le ha pasado a la Sección 15 de la Audiencia de Barcelona. 

3.Pecado de Lujuria

Es usualmente considerada como el pecado producido por los pensamientos excesivos de naturaleza compulsiva, desordenada e incontrolable de joder al prójimo. Ese se lo dejo a los organizadores del “jardín” que acabó con un video colgado en Youtube del susodicho magistrado.

4.Pecado de Ira

Es un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enfado. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacia uno mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza fuera del trabajo del sistema judicial. Creo que todos, por igual han pecado aquí por comisión y omisión.

5.Pecado de Avaricia

Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar o meter a alguien en un compromiso en beneficio propio. Quienes han organizado esta tangana tienen todos los números para quedarse con este pecado.

6.Pecado de Pereza

Tomado en sentido propio, es una «tristeza de ánimo» que aparta al creyente de las obligaciones espirituales o divinas, a causa de los obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran. Concebir pues tristeza por tales cosas, abrigar voluntariamente, en el corazón, desgano, aversión y disgusto por ellas, es pecado capital. Y ese es el pecado que ha irradiado este conflicto a la ciudadanía. Otra vez la imagen que hemos dado de la justicia ha sido penosa.

7. Pecado de Soberbia

En casi todas las listas de pecados, la soberbia es considerado el original y más serio de los pecados capitales, y de hecho, es la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, denigrando a los otros.

Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros por alcanzar un estatus elevado e infravalorar al contexto. También se puede definir la soberbia como la creencia de que todo lo que uno hace o dice es superior, y que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás. También son sus sinónimos la confianza exclusiva en las cosas vanas y vacías (vanidad) y en la opinión de uno mismo exaltada a un nivel crítico y desmesurado (prepotencia).

La justicia es un servicio público, al que deben tener acceso todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, sean representados o no por abogados, sin atisbo de prepotencia, vanidad y soberbia. Si un abogado cree que un magistrado ha prevaricado, debe ponerse en marcha un proceso investigador, con todas las garantías y con toda la neutralidad del sistema. Y en ese caso, ya no ha sido así. Aquí el premio se lo lleva el Consejo General del Poder Judicial.

De ello que, recordemos, la Directiva Whistleblowers entra a fondo en el poder judicial. Gracias a la actuación del CGPJ, a Arriaga se le han abierto las 28 fronteras europeas para interponer su querella fuera del estado, por parcialidad de la justicia española.

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