Montero resalta la importancia de la convivencia democrática frente al nacionalismo madrileño

María Jesús Montero, Vicepresidenta Cuarta y ministra de Hacienda y Función Pública, ha lanzado una voz de alarma sobre la emergencia de un «nacionalismo madrileño». Durante un desayuno informativo del Nueva Economía Fórum, Montero abordó este tema con seriedad, destacando las recientes manifestaciones en Madrid. Según sus observaciones, grupos de manifestantes han recurrido a lemas como «Cataluña nos roba» o «el País Vasco nos roba», lo que sugiere una creciente tensión regional y un desafío a la cohesión nacional. Estas expresiones, según Montero, no solo son preocupantes por su contenido, sino también porque parecen deslegitimar el estado democrático y atacar a la prensa, pilares fundamentales de la sociedad española.

Montero aprovechó la oportunidad para subrayar la importancia de fortalecer la convivencia democrática en España. Remarcó que es esencial que esta convivencia se construya sobre el respeto a la ley y la Constitución. Las actitudes divisivas y confrontacionales, señaló, solo sirven para debilitar el tejido social y político del país. En este sentido, hizo un llamamiento a todos los responsables públicos para que se comprometan a rebajar la tensión y el ruido dialéctico. Montero cree firmemente que la ciudadanía española agradecería y se beneficiaría de un enfoque más moderado y dialogante en la política.

Además, Montero enfatizó la necesidad de un diálogo inclusivo y respetuoso en el escenario político. Las recientes manifestaciones en Madrid contra la ley de amnistía, según Montero, son un ejemplo de cómo las tensiones pueden escalar rápidamente y crear un ambiente de división y confrontación. En su discurso, resaltó que el compromiso con la democracia implica no solo adherirse a las leyes y normas constitucionales, sino también fomentar un clima de respeto mutuo y entendimiento entre diferentes grupos y regiones. La líder socialista sugirió que esta es la única vía hacia una España más unida y fuerte, en la que se respeten las diferencias y se trabaje conjuntamente por el bien común.