Lejos de amilanarse, el Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla sigue empeñado, por activa o por pasiva, en atentar contra los intereses de Doñana que le exigen con urgencia la comunidad científica internacional, las instituciones europeas y el Gobierno de España. Tras el vistoso y bucólico Pacto de Doñana del pasado noviembre entre Junta de Andalucía y Gobierno central, el proyecto de ley que tramitaba en el Parlamento de Andalucía el ejecutivo andaluz con el apoyo de la ultraderecha de Vox para legalizar regadíos en la Corona Norte de Doñana fue metido en un cajónsine die por segunda vez en poco más de un año de diferencia, tras un primer intento frustrado a finales de la pasada legislatura, cuando sí necesitaba los apoyos de la ultraderecha para sacarlo adelante. Ahora, aprovechando el decreto-ley de simplificación administrativa, que reforma de una tacada un total de 176 normas, Moreno Bonilla ha vuelto a las andadas queriendo incluir una disposición que calca casi al dictado un párrafo de la rechazada polémica ley de regadíos del ejecutivo andaluz, aparcada dos veces consecutivas por Moreno Bonilla gracias a la presión de la oposición y las instituciones europeas.
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No contento con ello, el presidente andaluz ha querido aprovechar la tramitación “de urgente necesidad” de su mastodóntico plan de simplificación administrativa para “colar” por detrás la posibilidad de que suelo forestal pasara de nuevo a ser de uso agrícola, con lo que los polémicos terrenos en cuestión del entorno de Doñana volverían a tener licencia para su uso agrícola pese a la situación límite en que se encuentra este ecosistema tan sensible.
El ejecutivo andaluz mantiene su decisión de que el Parlamento autonómico convalide esta semana de una tacada la reforma de 176 normas
Este martes, tras el enfado y plante de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el presidente andaluz ha vuelto a recular y ofrece de nuevo su mano tendida al entendimiento con el Gobierno de Pedro Sánchez. “No quiero ningún problema ni con Doñana ni con el agua”, ha subrayado Moreno Bonilla tras destapar el PSOE andaluz esta nueva triquiñuela del ejecutivo andaluz con un tema tan sensible como es Doñana. “No pasa absolutamente nada; por parte de los representantes del ministerio, ha habido una interpretación de un decreto que tiene 500 hojas, que afecta a todas las consejerías y que es para el conjunto de Andalucía”, se ha excusado el presidente andaluz.
Ribera, por su parte, ha desvelado, tras una conversación telefónica con el presidente andaluz, que Moreno Bonilla está dispuesto a “corregir” las disposiciones del decreto-ley de simplificación que afectan directamente a los polémicos terrenos del entorno de Doñana. La vicepresidenta del Gobierno ha subrayado que este texto “ya ha aparecido en el Diario Oficial de la Junta de Andalucía”, por lo que será necesaria “alguna disposición específica” que corrija este nuevo órdago del ejecutivo andaluz. “Me consta que al presidente de la Junta de Andalucía el asunto de Doñana le preocupa y confío en que se pueda resolver cuanto antes”, ha añadido Ribera, que este lunes suspendió la reunión que hoy martes tenía previsto celebrar con las distintas organizaciones sociales y ayuntamientos de la zona para informar sobre las inversiones millonarias para la comarca tras el pacto Junta-Gobierno central del pasado noviembre.