Entre 200 y 500 toneladas de agua se desperdician al día, desde hace 40 años en Ibiza, cuando fue construido un edificio en el que, en su aparcamiento subterráneo, se está arrojando al alcantarillado el agua de un acuífero subterráneo. Una cantidad, que según ha informado el Periódico de España, podría suponer el equivalente a decenas de piscinas olímpicas al año.
Todo esto, mientras la isla se encuentra en un momento especialmente sensible por falta de agua potable, lo que ha obligado a que las autoridades locales tomen medidas, como la construcción de una nueva desalinizadora para poder atender las necesidades básicas de la población.
El concejal de Medio Ambiente, Jordi Givé ha confirmado al Periódico de España que en estos momentos, debido a esta nefasta infraestructura, se están arrojando al mar unas 200 toneladas diarias de agua potable. Y la situación es aún peor cuando llueve, señala el concejal: "cuando llueve, esta cantidad puede ser el doble, incluso llegar a las 500 toneladas al día".
Los análisis de esta agua apuntan a que quizás no sea del todo óptima para su consumo humano, pues parece tener parámetros elevados, "lo que no quiere decir que no pueda salir por el grito", señalan las autoridades locales. Tiene altos índices de sal y de conductividad, según la información publicada. La calidad del agua, por lo tanto, sí permite que sea utilizada para regar jardines y limpiar las vías públicas, una propuesta que hasta ahora no se ha llevado a cabo porque, según se indica, las obras necesarias para hacer esta mejora, requerían una inversión de unos 400.000 euros en 2012.
Denuncias de los vecinos que quedaron en nada
Un problema que ha sido denunciado, incluso ante Fiscalía, por los vecinos del lugar. En el año 2010, por ejemplo, una de las vecinas acudió ante la Fiscalía de Eivissa sin obtener respuesta.