La Audiencia de Madrid despoja al juez Peinado de su sueño dorado: el caso Air Europa

El magistrado ya busca resquicios legales para investigar a Sánchez y Begoña Gómez por el rescate de la aerolínea, pero sus movimientos son cada vez más arriesgados y se juega la prevaricación

19 de Mayo de 2025
Actualizado el 20 de mayo
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El juez Peinado, que investiga a Begoña Gómez, en una imagen de archivo. Foto: La Sexta
Peinado en una imagen de archivo. Foto: La Sexta

El reciente auto de la Audiencia Provincial de Madrid es un serio varapalo a las tesis del juez Peinado, empeñado en una cruzada personal para destruir el sanchismo atacando a Begoña Gómez por su máster para la Universidad Complutense. El auto cierra el paso a que el magistrado pueda investigar el rescate de la compañía aérea Air Europa y además retira la condición de imputados a dos personajes a los que Peinado consideraba claves en la trama: el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, y el exconsejero madrileño Juan José Güemes (hombre de confianza de los gobiernos de Esperanza Aguirre).

La Audiencia también avala la citación como testigo en la causa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que considera “útil y pertinente” porque “de las diligencias practicadas se deducen múltiples reuniones para la constitución de la cátedra de Transformación Social Competitiva (la que dirigía Begoña Gómez), celebradas en el entorno institucional de la Presidencia del Gobierno, habiendo estado presente en alguna ocasión el presidente”. Y también avala que Sánchez declarara ante el juez en persona y no por escrito.

Los magistrados en cambio corrigen la decisión del juez instructor y dan la razón a la Fiscalía al determinar que “carecía de cualquier utilidad” la entrega a las partes de la grabación de la declaración del presidente, ya que se acogió a su derecho a no hacerlo.

Los magistrados de la Audiencia de Madrid niegan, como solicitaban la Fiscalía y la defensa de Begoña Gómez, que el auto dictado por el juez el 8 de enero sea nulo al dar respuesta a numerosas resoluciones muy diferentes (contrariamente a lo que denuncian los abogados de las defensas), y argumentan que “la forma de resolución de dieciséis recursos de reforma en un mismo auto (…) no resulta frecuente, pero no por ello es contraria a derecho”.

Añaden que las partes que alegan indefensión ante el juez instructor han podido recurrir al órgano superior. Los jueces determinan que se excluya del procedimiento la cuestión relativa al África Center, que Begoña Gómez dirigió, porque fue la propia empresa la que quiso contar con sus servicios.

La mujer del presidente seguirá, de momento, imputada. Pero sin duda el auto de la Audiencia no es buena noticia para el instructor por mucho que avale su investigación al considerar que la primera dama pudo haber incurrido en algún tipo de “desviación de poder” al utilizar a una asesora para sus actividades empresariales. Y no lo es porque Peinado tendrá que ceñirse a partir de ahora al caso máster, abandonando su gran sueño: empapelar a la familia monclovita por el rescate de Air Europa. El magistrado siempre ha entendido que ahí estaba el gran caso de corrupción del sanchismo, aunque en realidad no haya ni una sola prueba en esa línea. Su estrategia prospectiva ha sido sentar en el banquillo a Begoña Gómez por la minucia del máster universitario para después investigarla por la gran operación de Estado: el reflotamiento de la compañía aérea por casi 500 millones de euros, un suculento bocado donde, a juicio de Peinado, pudo haber dinero negro para ciertos bolsillos. Todo ese plan se le viene abajo ahora. El juez no podrá meterle mano al caso Air Europa y si se atreve a hacerlo podría incurrir en un delito de prevaricación, ya que estaría desobedeciendo órdenes de la Audiencia Provincial de Madrid. Lo tuvo cerca el magistrado, casi tocó con los dedos la reapertura de ese anhelado sumario que la extrema derecha aguarda como agua de mayo. Por desgracia para él, los magistrados del órgano superior han llegado para aguarle la fiesta. Cualquier juez se tomaría este episodio como una derrota. Cualquiera menos Peinado, que se cree imbuido de una especie de mandato divino o misión que cumplir: acabar con Sánchez como sea. El instructor está tocado, herido si se quiere, pero sigue dispuesto a dar la batalla hasta el final.

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