Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha decidido llevar su defensa ante una nueva instancia: el Senado. La polémica sobre las muertes en residencias durante la pandemiasigue persiguiéndola, y ahora la mandataria busca que se investigue no solo la gestión de Madrid, sino la de otras comunidades autónomas. Lo hace a través de una solicitud dirigida a la Cámara Alta, argumentando que la investigación debe ser extensiva a toda España. Sin embargo, la insistencia de Ayuso en negar la existencia de los llamados “protocolos de la vergüenza” y su intento de desviar la atención hacia otras regiones no ha hecho más que generar dudas y levantar aún más sospechas sobre su gestión durante la crisis sanitaria.
Ayuso pone el foco en otras regiones
La reciente intervención de Ayuso, en la que planteó que el Senado debería encargarse de investigar los protocolos que, según ella, nunca existieron en Madrid, ha sido vista por muchos como una maniobra para desviar el foco de la atención. La presidenta madrileña insiste en que no hubo "una orden de este Gobierno" para denegar el acceso de los mayores a hospitales durante la pandemia. Sin embargo, a pesar de sus palabras, las investigaciones continúan y las querellas no cesan. La polémica se ha avivado aún más por la aparición de los llamados "protocolos de la vergüenza", firmados en marzo de 2020, que estipulaban que los residentes de las residencias no fueran derivados a hospitales, lo que en muchos casos resultó en muertes innecesarias.
Ante la creciente presión, Ayuso ha decidido mirar hacia fuera, sugiriendo que la investigación no debe ser exclusiva de Madrid. En una rueda de prensa reciente, señaló que sería interesante que se investigaran los protocolos aplicados en comunidades como Cataluña, el País Vasco o Navarra. Según su versión, en estas regiones se aplicaron medidas que resultaron en una mayor mortalidad, lo que, según ella, contrasta con la gestión de la Comunidad de Madrid, que, según su relato, fue diferente y menos perjudicial. “Se me ocurren unos cuantos que podrían ser interesantes traer para conocer por qué esas vidas importan menos que las de Madrid”, declaró Ayuso, lanzando así un mensaje que, lejos de calmar las aguas, reabre el debate sobre la gestión del Gobierno madrileño.
El Senado como salvavidas
La propuesta de Ayuso de que el Senado tome las riendas de la investigación ha sido recibida con escepticismo por muchos sectores políticos. Si bien el Senado es una institución de investigación, su composición y el hecho de que el Partido Popular tenga mayoría en la Cámara Alta hace pensar que esta petición podría ser más un intento de maniobra política que una verdadera búsqueda de justicia. Ayuso, al parecer, intenta trasladar el peso de la investigación fuera de las fronteras de la Comunidad de Madrid y hacia otras regiones, mientras continúa defendiendo su gestión con vehemencia.
Las declaraciones de Ayuso también han revelado su creciente enfrentamiento con el Gobierno central de Pedro Sánchez. La presidenta madrileña ha acusado al Ejecutivo de Sánchez de llevar a cabo una “operación de Estado” contra ella, utilizando las investigaciones sobre las muertes en las residencias para dañar su imagen. Según Ayuso, la Fiscalía, dirigida por Álvaro García Ortiz, estaría siguiendo un guion dictado por el Gobierno para atacarla personalmente. Este tipo de declaraciones han sido una constante en su discurso durante los últimos meses, lo que alimenta la sensación de que Ayuso ve cada investigación en su contra como un capítulo más en una confrontación política.
Las familias de las víctimas, en el centro del debate
Mientras Ayuso desvía la atención hacia otras comunidades y se defiende de las querellas, las familias de los fallecidos en las residencias no han dejado de exigir responsabilidades. A pesar de las declaraciones de Ayuso, quienes han perdido a sus seres queridos en las residencias aseguran que la presidenta no ha mostrado verdadero interés en reunirse con ellos ni en esclarecer lo sucedido. Las víctimas han desmentido las afirmaciones de Ayuso sobre las supuestas reuniones o intentos de diálogo, lo que añade un nuevo nivel de tensión a la situación. La negativa de Ayuso a reconocer su responsabilidad en las muertes de las residencias sigue siendo uno de los puntos más criticados de su gestión.
La presidenta madrileña ha seguido insistiendo en su versión de los hechos, que señala que las investigaciones en su contra son parte de una campaña orquestada para desprestigiar su figura. Según Ayuso, la reactivación de los casos es un intento de sacar provecho político del sufrimiento de las familias. En su última intervención, incluso llegó a comparar la investigación sobre las residencias con la polémica sobre su pareja, Alberto González Amador, y la operación fiscal que le afecta. Para Ayuso, todo forma parte de una misma "operación de Estado" que busca perjudicarla.
El futuro político de Ayuso
Con la mirada puesta en el futuro, Ayuso ha dejado claro que no tiene intención de dejar su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid al finalizar su mandato en 2027. En su rueda de prensa, señaló que no contemplaba dejar la presidencia y que estaba decidida a seguir al frente del Gobierno madrileño. A pesar de las dificultades y las tensiones que enfrenta, Ayuso se muestra firme en su posición y ha vuelto a recalcar su compromiso con lo que considera una de sus mayores gestas: la gestión de la pandemia. No obstante, el creciente malestar social y la persistente sombra de las investigaciones sobre las muertes en residencias podrían empañar su futuro político.
Conclusión
Isabel Díaz Ayuso sigue siendo una figura polémica, enfrentada tanto a las acusaciones sobre su gestión de la pandemia como a un constante choque con el Gobierno central. Su propuesta de que el Senado investigue los protocolos en las residencias es vista por muchos como un intento de desviar la atención y eludir la responsabilidad, mientras las familias de las víctimas siguen esperando justicia. Con el paso del tiempo, la pregunta persiste: ¿quién asumirá finalmente la responsabilidad por las muertes que pudieron haberse evitado?