El temporal de lluvias y tormentas, conocido como DANA, que ha azotado recientemente varias provincias de España, ha dejado a su paso un rastro de destrucción en comunidades como Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía. Entre los afectados se cuentan cientos de vecinos, cuyas localidades han quedado sepultadas en barro, y miles de hogares y negocios que enfrentan daños irreparables. Sin embargo, en medio de esta emergencia, una decisión de la Comunidad de Madrid ha generado críticas y malestar: sus agentes forestales no están recibiendo autorización para desplazarse a colaborar en las zonas damnificadas. José María Bermúdez, delegado sindical del cuerpo de agentes forestales de Madrid por el sindicato CSIF, denuncia la pasividad de la administración regional y la falta de apoyo para que estos profesionales puedan contribuir sobre el terreno.
“Es frustrante saber que otros compañeros de comunidades como Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Murcia ya están allí ayudando, mientras que en Madrid se nos limita con excusas logísticas”, explica Bermúdez, quien ha manifestado su desilusión con la respuesta de la Comunidad de Madrid ante el desastre.
Mientras Ayuso llora y dice que no sabe que más puede hacer;
— Óscar. (@OscarBForestal) November 5, 2024
En Madrid somos cerca de los 300 #BomberosForestales que estamos esperando a ser activados para poder ayudar a la gente afectada por la DANA.
Tenemos los materiales, los vehículos, y sobre todo LAS GANAS DE AYUDAR. https://t.co/f07W70ouPD
Ayuda limitada y “excusas” de la Comunidad de Madrid
El sindicato CSIF lleva días luchando para que los agentes forestales madrileños puedan unirse a los operativos de rescate y limpieza en Valencia y otros puntos afectados. Sin embargo, según Bermúdez, la administración regional insiste en que no dispone de los medios necesarios para facilitar el desplazamiento del cuerpo, una razón que él califica de “excusa”. El argumento contrasta con la percepción que la propia Comunidad promueve sobre su capacidad económica y logística: “Se supone que en Madrid nunca falta dinero y somos el motor de España, pero en esta situación, somos los únicos sin capacidad para colaborar presencialmente”, critica.
Ante esta negativa, algunos agentes han decidido movilizarse de manera independiente, participando de forma voluntaria y sin el respaldo oficial de la Comunidad. “Es un malestar generalizado entre el cuerpo”, apunta Bermúdez, resaltando que incluso con recursos mínimos, podrían haber ofrecido apoyo logístico en las zonas afectadas: “Contamos con vehículos 4x4 y acceso a materiales como palas y otros equipos básicos”.
Ayuso prioriza la confrontación política sobre la ayuda directa
Mientras las críticas por la gestión de esta crisis se acumulan, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha optado por centrar sus esfuerzos en lanzar ataques hacia el gobierno central. Ayuso aprovechó su intervención reciente para cargar contra el presidente Pedro Sánchez y el ejecutivo de Valencia, desviando la atención de las demandas de ayuda de los propios servicios de emergencia de su autonomía.
Lejos de ofrecer una solución a la petición de los agentes forestales, la presidenta se mostró visiblemente emocionada en una comparecencia pública, evitando cualquier mención directa a las críticas de inacción de la Comunidad y resaltando, en cambio, su “compromiso con los vecinos de Valencia”. “No pensamos en otra cosa que no sea cómo ayudar”, señaló Ayuso, un mensaje que contrasta con la realidad vivida por los agentes forestales madrileños, quienes siguen a la espera de recibir luz verde para sumarse al operativo en el terreno.
La versión oficial y las contradicciones en el discurso
La Consejería de Medio Ambiente, Interior y Agricultura de la Comunidad de Madrid, contactada por ElPlural.com, emitió un comunicado en el que sostiene que la razón para no desplegar a los agentes forestales en la primera fase de la emergencia fue evitar generar “trabajo adicional a las autoridades valencianas”. No obstante, esta explicación parece insuficiente a los ojos de los propios agentes y de sus representantes sindicales, quienes consideran que la intervención del cuerpo en el lugar de los hechos habría supuesto una ayuda invaluable y no una carga.
“Es posible que en una fase distinta de la emergencia se les tenga en cuenta para labores de apoyo”, indica el comunicado, aunque esta promesa a futuro resulta poco alentadora para quienes, como Bermúdez, consideran que la falta de recursos no es una razón válida para frenar la acción solidaria. “Nosotros también podríamos haber estado como en otras ocasiones; además, nuestros turnos nos permiten alternarnos para que unos vayan mientras otros se quedan en Madrid”, explica el delegado sindical.
Ayuso y sus críticas en lugar de soluciones
La postura de Ayuso ha generado controversia no solo por la falta de colaboración en las zonas afectadas, sino también por su silencio ante la gestión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien ha sido criticado por su inexperiencia en emergencias. Ayuso, que suele ser conocida por sus intervenciones contundentes, evitó valorar la actuación de Mazón en esta crisis y prefirió centrar su mensaje en una vaga promesa de apoyo a Valencia, sin especificar cómo la Comunidad de Madrid planea contribuir de forma tangible.
“Vamos a llegar a todos los municipios, no nos vamos a dejar una casa”, afirmó Ayuso, sin detallar qué medidas concretas se están tomando desde Madrid para hacer realidad esa promesa. En un contexto donde otras comunidades autónomas están enviando ayuda directa, la reticencia de Madrid a intervenir llama la atención y aumenta la frustración de los cuerpos que sí desean colaborar.
El malestar dentro del cuerpo de agentes forestales
La situación actual está dejando una profunda huella de desencanto entre los agentes forestales de la Comunidad de Madrid, quienes lamentan la falta de apoyo de su administración en momentos de necesidad urgente. La historia de su lucha por colaborar en los esfuerzos de limpieza y rescate de la DANA refleja una desconexión entre las autoridades de la Comunidad de Madrid y las necesidades de su propio personal. “Es increíble que un cuerpo con experiencia y los recursos básicos para ayudar esté bloqueado aquí mientras la gente se organiza a título individual”, comenta Bermúdez.
El despliegue de cuerpos de emergencia de otras comunidades autónomas no hace más que evidenciar la situación excepcional de Madrid y aumentar las críticas hacia una administración que se presenta como referente, pero que en esta ocasión parece estar fallando a sus propios principios de colaboración y solidaridad.
Una oportunidad perdida
La respuesta de la Comunidad de Madrid a esta emergencia plantea interrogantes sobre las prioridades de su administración. En lugar de mostrar un enfoque orientado a la acción, los discursos se han centrado en la confrontación política y en promesas a futuro. La negativa de permitir que los agentes forestales participen activamente en las zonas afectadas refleja una falta de sensibilidad en la gestión de catástrofes y una desconexión con el sentido de urgencia que requieren estos momentos.
La situación de los agentes forestales madrileños no solo expone una debilidad en el sistema de apoyo interautonómico en emergencias, sino que subraya un problema de fondo: la falta de cohesión y la politización de situaciones en las que, como recalca Bermúdez, “solo debería importar ayudar”.