La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha salido por peteneras, después de que se filtrara su globo sonda sobre el sueldo a algunos expresidentes, de 8.500 euros. En un alarde de victimismo, la experta en noticias falsas y tergiversaciones ha acusado a la oposición y a los medios de comunicación de lanzar un bulo sobre el tema.
Ayuso se echa atrás con la paguita
A pesar de ello, y de que haya sido acusada de querer premiar los favores recibidos por el exsocialista Joaquín Leguina o la instigadora de las manifestaciones en la sede nacional del PSOE, en Ferraz, Esperanza Aguirre, con el calificativo de “sueldoNescafé” para toda la vida, se ha abierto este jueves a que los expresidentes regionales cobren dietas por asistir al consejo consultivo que asesora a su Gobierno.
Aunque Ayuso ha insistido una y otra vez, que el proyecto de dotar de un estatuto a los antiguos dirigentes no está escrito, pues la Asamblea todavía no ha habilitado al Ejecutivo para redactarlo.
Más Madrid y el sueldo Nescafé
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, en sustitución de Mónica García, ahora ministra de Sanidad, ha desvelado lo que se cocinaba en los medios y en la opinión, sobre si se recuperará el sueldo de 8.500 euros brutos (5.500 netos) que cobraban estos antiguos políticos hasta 2015.
“Está haciendo una ley para beneficiarse a sí misma”, ha dicho Bergerot: “¿Cuál va a ser su paguita? ¿Qué cantidad le parece lógica para su sueldo Nescafé?”, ha satirizado. “¿8.500 euros le parecen demasiado, o demasiado poco? ¿Le parece digno estar en contra de subir el salario mínimo, SMI y en cambio tener un sueldo por no hacer nada?”, ha insistido. “En democracia se responde a las preguntas de la oposición, salvo que la respuesta sea inconfesable”.
El rapapolvo ha molestado a la bancada popular y a la propia presidenta, que demuestra que la futura reforma no está siendo fácil de vender entre su electorado, el prestado y el propio, incluido el de extrema derecha de Vox.
Desgaste
Desgaste, esa es la palabra para el tema de la paguita de los dos expresidentes más histriónicos y mediáticos de la Comunidad. Además, el Gobierno de Ayuso se está sirviendo del rodillo que le dieron las urnas, para demoler todas las cesiones que tuvo que hacer el Gobierno de Cristina Cifuentes (2015-2018) a Ciudadanos para poder gobernar en minoría. Entre estas cesiones se eliminó del sueldo a los expresidentes, del que ahora podrían beneficiarse Joaquín Leguina, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cifuentes, y Ángel Garrido, además de la propia Díaz Ayuso.
Los expresidentes autonómicos no tienen casa
“Se han inventado el bulo de la semana, cuando es un reglamento que no se ha empezado ni siquiera a redactar”, ha comenzado la presidenta de Madrid en negando que quiera recuperar el salario de 8.500 euros brutos mensuales. “Los presidentes de la Comunidad son de los pocos que ni tienen una vivienda cuando están en el cargo”, y es aquí cuando se ha patinado y ha afirmado que “en otras regiones los antiguos líderes gozan de residencia oficial, de indemnización por cese, complementos de pensión, oficina, o coche incluso después de dejar el cargo. “En Madrid no tenemos nada de eso ni lo vamos a tener”, ha precisado. Pero ha rematado: “Lo que no podemos es dejarles en un vacío legal si van a formar parte de un consejo consultivo, en el que deberían al menos cobrar por participar”.
Unas declaraciones con medias verdades en su gran mayoría, algunos pocos tienen coche y oficina, pero ninguno casa pública. Otros un sueldo varios años y después complemento de pensiones y la mayoría se van al paro o se van al Consejo Consultivo, que fue anulado en la Madrid, para no tener que pagar a Ignacio González, que estaba siendo investigado en esos años.
Aguirre y Leguina quieren la paga
“Yo puse que los expresidentes tuvieran lo mismo que los miembros del consejo consultivo”, dijo Aguirre, presidenta entre 2003 y 2012, sobre aquel organismo, que costó más de 3,5 millones de euros en 2014, último año completo de funcionamiento.
“Lo que me gustaría a mí es que pongan otra vez el consejo consultivo y que se aproveche la experiencia de unas personas como Leguina, que ha estado 12 años, Alberto Ruiz Gallardón, que ha tenido todas las experiencias, y yo misma”, siguió, sin mencionar en su lista a los expresidentes Cristina Cifuentes (2015-2018), Ignacio González (2012-2015) y Ángel Garrido (2018-2019). “Y si tú vas a un consejo, y tienes ahí unas obligaciones, y unos papeles, ¿por qué van a cobrar unos sí y otros no? ¡La gente está cobrando! ¡El consejo existe! Lo que han quitado es a los expresidentes”, argumentó Aguirre en El País.
Ayuso no quiere a Ignacio González y no quiere darle un sueldo de expresidente, ni ella, ni el PP. Este es el principal escollo de este asunto y es difícil de resolver. O para todos o para ninguno. La presidenta no sabe cómo pagar los favores prestados a los expresidentes jubilados.
Leguina, presidente entre 1983 y 1995 por el PSOE, del que fue expulsado por apoyar a Ayuso afirmó: “Si van allí todos los días, sí [se debe cobrar], depende de cómo lo quieran hacer”, explicó, aunque puntualiza que él no tiene especial interés en ello. “Si estás trabajando, debes de cobrar, creo yo”, añadió, asegurando que el extinto consejo consultivo funcionaba bien. “Se hacían las cosas como es debido, con absoluta independencia”.
Ayuso taca a Zapatero
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha acusado a Juan Lobato, portavoz del PSOE, que “se están quedando cada vez más solos y, le van a tener que poner bótox a la ceja porque se les está cayendo”.
“No hay ni siquiera un solo actor que les esté apoyando ya, nadie... ni de la Cultura, ni funcionarios... Nadie les está apoyando”, ha espetado al portavoz del PSOE, durante el Pleno de la Asamblea de Madrid, quien previamente le había afeado que “se dedique a la política artificial, mientras la región cuenta con los peores datos de empleo”.
Ayuso ha criticado que “Lobato se haya convertido en el relator para defender a la Comunidad entre el Gobierno y la Delegación del Gobierno y le ha pedido explicaciones sobre qué sucede con las Cercanías, que le diga cuándo va a ser la primera manifestación frente a la Embajada de Rusia para condenar el abuso a homosexuales, transexuales, que se está produciendo en este país, y cuándo es la pancarta para la Marea Verde de las camisetas, ahora que hunden la Educación”.
Lobato había defendido al inicio de su intervención que “Madrid necesita sueldos más altos y menos parados porque los datos reales indican que en España este año los sueldos han subido un 2% y en la autonomía solo un 0,5%”.
Ha criticado que “Ayuso sea más de sueldos bajos y despidos baratitos” y le ha exigido que “si quiere los fines de semana que siga dando los mítines que quiera hablando de ETA y del fin de los españoles, pero de lunes a viernes se dedique a que Madrid no sea la peor región de España en inversión educativa, sanitaria y en bajada del paro”.