El Congreso de los Diputados dará luz verde este jueves al decreto ley contra los aranceles estadounidenses, un paquete económico valorado en 7.720 millones de euros que busca mitigar el impacto del proteccionismo comercial impulsado desde Washington. La votación se prevé ajustada, con la abstención de Podemos y el rechazo frontal del Partido Popular y Vox, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez cuenta con apoyos suficientes para evitar que la medida decaiga.
Con 174 votos a favor frente a 171 en contra, el Gobierno sacará adelante la primera parte del prometido plan de 14.100 millones de euros, diseñado para ofrecer certidumbre al tejido empresarial afectado y facilitar procesos de reconversión e internacionalización. El apoyo de socios habituales como ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria será clave, mientras que Podemos ha optado por desmarcarse, señalando su desacuerdo con el enfoque del decreto.
El Gobierno se defiende de las críticas
El texto fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 8 de abril y publicado un día después en el BOE. Desde entonces, el Ejecutivo ha mantenido una intensa ronda de contactos con diversos grupos parlamentarios. El PP, que inicialmente mostró disposición al diálogo, se desmarcó tras conocerse el acuerdo entre el Gobierno y Junts que vincula el reparto de ayudas al nivel de exportaciones de las empresas.
La formación catalana celebró que Cataluña recibiría el 25% del total –más de 3.000 millones de euros–, lo que generó un fuerte rechazo en el PP. Desde Moncloa lo niegan: “No hay ningún tipo de acuerdo que beneficie a un territorio en particular”, zanjó la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El PP ha cargado duramente contra el plan, al que acusa de consistir en “deuda, préstamos y avales”, y ha exigido la inclusión de medidas como la protección de centrales nucleares o un fondo nacional con lo recaudado por los aranceles. Para el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, el Ejecutivo “despreció” las propuestas del principal partido de la oposición.
Podemos y PP, juntos en el 'no' pero sin acuerdo
Por su parte, Podemos ha condicionado su voto favorable a la aprobación de iniciativas que limiten la especulación inmobiliaria y planteen una respuesta más contundente frente a los fondos de inversión extranjeros. Su líder, Ione Belarra, denunció que mientras se invierten miles de millones en gasto militar, “no hay voluntad política de proteger a las familias trabajadoras”.
Así, en un gesto poco común, el Partido Popular y Podemos coinciden esta vez en no apoyar al Gobierno, aunque por motivos radicalmente opuestos. Una coincidencia táctica que no responde a acuerdos, sino a una oposición que, en ambos casos, prefiere bloquear antes que sumar. Cada uno por su lado, ambos partidos mantienen líneas rojas que imposibilitan cualquier construcción conjunta.
Sánchez apela al patriotismo económico
Durante el pleno del miércoles, el presidente Pedro Sánchez pidió a la oposición “rectificar” su postura y abandonar una actitud que, a su juicio, prioriza los intereses de las grandes fortunas sobre el bien común. También acusó a Vox de actuar “al servicio de los enemigos de Europa”, tras su voto en contra del plan.
A pesar de la tensión política, el Ejecutivo mantiene su previsión de crecimiento económico: 2,6% para este año y 2,2% para el siguiente, confiando en que el impacto de los aranceles sea compensado con una mejora del consumo privado. El plan, ahora convalidado por el Congreso, entra en vigor con la vista puesta en proteger la competitividad internacional de las empresas españolas.