Cuando el PSOE dio el poder a Rajoy en 2016 tampoco lo llevaba en su programa político

15 de Noviembre de 2023
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La secretaria general del PP y portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha asegurado que “la ley de amnistía no se ha hecho buscando la convivencia sino la conveniencia, y lo que ha traído es discordia social”. Sin embargo, augura que Feijóo mostrará hoy su perfil más sereno, moderado y responsable, aunque inflexible en la defensa de los principios, durante el debate de investidura. ¿Pero qué moderación aduce Gamarra? Si el dirigente popular ha encabezado el movimiento más ultra que trata de deslegitimar al Gobierno e incluso algún que otro preboste de Génova ha pedido que Sánchez se vaya del país en el maletero de un coche como hizo Puigdemont. Una vez más, nos encontramos ante el discurso de la contradicción, la incoherencia y la más pura demagogia del Partido Popular.

Recuerda Gamarra que el presidente del Gobierno en funciones dijo antes de las elecciones del 23J que no habría amnistía, que traería de vuelta al prófugo expresident de la Generalitat para ponerlo a disposición de la Justicia y que el referéndum de autodeterminación es algo que nunca veremos en España. De esta manera contrapone a Sánchez, que supuestamente se presenta a una investidura incumpliendo todo lo que prometió en campaña electoral, frente a Feijóo, “quien ganó las elecciones y respeta la palabra dada a la sociedad española, el imperio de la ley, la separación de poderes y que no quiso ser presidente a cambio de la amnistía”. Toda esta perorata improvisada está muy bien. Sin embargo, no dice la portavoz que en 2016 Rajoy fue investido presidente gracias a la abstención de todos los diputados del PSOE, excepto 15. Eso se lo calla muy oportunistamente. “Lo hicimos por el bien del país”, dice Susana Díaz recordando que cuando llegó el momento trascendental de la historia, el de darle estabilidad al país, los socialistas hicieron lo que más convenía al interés general, exactamente tal como lo están haciendo hoy tratando de llegar a la reconciliación con Cataluña, superando la confrontación y abriendo un tiempo nuevo. Una vez más, es el PSOE el que demuestra un verdadero sentido de Estado frente al ruido del PP que cada paso que da en política lo hace por intereses electoralistas.

Más demagogia de Gamarra

Asegura la portavoz popular que Feijóo afronta el día de la investidura de Sánchez con la serenidad de tener la conciencia tranquila por no haber defraudado a los españoles cumpliendo con aquello que dijo que iba a hacer. “En su discurso, sereno y responsable, representará a los españoles que dicen que así no”, subraya. “Alberto Núñez Feijóo será el referente tranquilo, la voz y la esperanza de todos aquellos españoles que dicen que no todo vale por el poder”. Otra mentira más. Cuando a Feijóo le faltaban los cuatro famosos escaños para ser presidente, también negoció con Junts y lo hubiese hecho hasta con el mismísimo Diablo de haberle hecho falta. Aparcó el amor a la patria, pensó solo en tocar poder. Y si no consiguió su propósito de llegar a la Moncloa fue sencillamente porque los independentistas catalanes le dieron calabazas, como no podía ser de otra manera. ¿Qué esperaba el dirigente conservador, que aquella comunidad autónoma lo recibiera con los brazos abiertos después de que Rajoy enviara a los piolines a repartir palos el 1-O? Qué pensamiento más débil el de esta gente conservadora española.

Además destaca Gamarra “el clamor social” que existe contra la investidura por las cesiones de Sánchez, que van mucho más allá de una negociación para garantizar la gobernabilidad y se traducen en “entregar impunidad a quien tiene los votos que le faltan para seguir siendo presidente del Gobierno”. ¿Clamor? En todo caso un clamor de la mitad de los españoles, porque la otra mitad acepta la amnistía como mal menor. Por no hablar de que la militancia socialista, la de Sumar y la de Podemos han avalado el pacto con Junts y la amnistía con mayorías superiores al ochenta por ciento. Sin duda, Gamarra vive para una de las dos Españas, obviando a la otra.

También pone en valor que, por primera vez en la historia de nuestra democracia, se haya producido “la movilización institucional del poder judicial y de distintas instituciones y colectivos ante la ruptura de la separación de poderes y el peligro en el que se introduce al Estado de derecho”. Sin duda, se está refiriendo a esos magistrados de la cuerda del PP, esos con los que Génova controla el Poder Judicial transgrediendo la Constitución, que obliga al partido de la oposición a sentarse a negociar, según los plazos establecidos, la renovación de la cúpula judicial. Se mire por donde se mire, no se sostiene el discurso de la señora Gamarra. Así no extraña que hasta Federico Jiménez Losantos, nada sospechoso de bolivariano, cuestiona la gestión política de la dirigente popular. “Allí están los 'cucos' y los 'semperes'”, les dice en antena cuando quiere caricaturizar a la cúpula pepera. Que vayan tomando nota.

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