En un golpe significativo contra el crimen organizado en la Comunidad de Madrid, las autoridades han logrado desmantelar un grupo delictivo que operaba en la Cañada Real Galiana, una zona que ha estado bajo la lupa de las fuerzas de seguridad debido a actividades ilícitas en los últimos años. El grupo, compuesto por 21 individuos, ha sido acusado de una serie de delitos graves, incluido el tráfico de heroína, el cultivo ilegal de marihuana y la tenencia ilícita de armas. La operación, que ha sido bautizada como "Operación Pastor", ha llevado a la detención de estos individuos y a la incautación de sustancias estupefacientes, armas y otros elementos incriminatorios.
Las investigaciones se iniciaron a principios de este año cuando se observó un aumento en la actividad en la Cañada Real Galiana, una área conocida por su historial problemático en términos de delincuencia y tráfico de drogas. La Guardia Civil respondió con una serie de dispositivos de vigilancia que permitieron identificar a los miembros de tres clanes diferentes que operaban en la zona. Estos grupos estaban involucrados en una amplia gama de actividades ilegales, desde la distribución de sustancias estupefacientes hasta el cultivo de marihuana en múltiples propiedades.
Una de las tácticas más notables utilizadas por este grupo delictivo fue el uso de niños y mujeres de la comunidad para evitar la detección policial. Se valían de los menores para vigilar los alrededores durante las transacciones de drogas y para esconder las sustancias ilegales. Esta estrategia les permitía actuar con una cierta impunidad, ya que las autoridades eran menos propensas a intervenir cuando había menores presentes.
Después de una investigación exhaustiva, los agentes lograron identificar a los líderes de este grupo delictivo, un matrimonio que dirigía la operación con sus dos hijos en roles secundarios. Esta jerarquía criminal operaba desde siete viviendas en la Cañada Real Galiana, utilizadas para la distribución de drogas y el cultivo de marihuana. Algunas de estas viviendas también habían sido adaptadas con habitaciones específicas para que los consumidores pudieran consumir las sustancias dentro de un ambiente controlado.
La desarticulación de este grupo delictivo ha representado un paso significativo hacia la reducción de la actividad criminal en la Cañada Real Galiana y demuestra la importancia de la colaboración entre las autoridades y la comunidad en la lucha contra el crimen.