Ecologistas en Acción lleva años alertando sobre la falta de medidas por parte de los ayuntamientos para tener en cuenta las zonas inundables de ríos y ramblas en sus planes urbanísticos y denunciando la irresponsabilidad temeraria de recalificar suelos en áreas inundables basándose en informes técnicos de dudosa fiabilidad.
Según la organización, se debería revisar la cartografía de zonas inundables, dada la variabilidad del clima, la intensificación y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos.
"También en base a que cada vez es más extensa la superficie alterada e impermeabilizada, zonas construidas, invernaderos, megaproyectos fotovoltaicos, etc… lo que altera el régimen de escorrentía, es decir, gran parte del agua que antes era absorbida por el terreno o retenida por la vegetación, ahora se deriva directamente a los cauces lo que agrava los efectos negativos aguas abajo, gran parte de estas alteraciones se han hecho y se están haciendo sin planificación alguna".
Señalan que, tras las inundaciones de Valencia, se ha evidenciado la insuficiencia de la planificación territorial municipal en las zonas inundables.
"Las avenidas de ríos y ramblas, fenómenos naturales frecuentes, son un riesgo constante en muchas zonas, especialmente en nuestra provincia por su clima y relieve accidentado. A pesar de la evidencia, se siguen urbanizando terrenos cercanos a los cauces. Este hecho supone exponer a la población a riesgos graves".
La organización defiende que el respeto de los espacios inundables es esencial para la correcta gestión del territorio. Este enfoque, conocido como la “Nueva Cultura del Agua”, ha sido promovido durante años y está reflejado en las leyes y planes de riesgos hidrológicos. "Sin embargo, el cumplimiento de estas normativas entra en conflicto con los intereses especulativos de unos pocos que en demasiadas ocasiones cuentan con el beneplácito las administraciones, que optan por urbanizar estos terrenos, obviando los riesgos inherentes".
Responsabilizan a las Administraciones Públicas de los problemas derivados de la construcción en áreas inundables. Estos problemas incluyen fallos estructurales en edificaciones, corrimientos de tierra, humedades, frecuentes inundaciones, destrucción de bienes y muerte de personas. Por ello, animan "a los afectados a queexijan responsabilidades a las administraciones, políticos y técnicos que han justificado, aprobado y autorizado sus viviendas y/o instalaciones en zonas inundables".
Zonas de riesgo en Granada
En la provincia de Granada existen numerosas zonas inundables entre las que destacan por sus riesgos y por su densidad de población La Vega de Granada. Está ubicada en la llanura aluvial o de inundación del río Genil, considerada como zona inundable en la cartografía específica. "Las poblaciones (unas 100.000 personas) polígonos industriales e infraestructuras que se localizan sobre ella, se encuentran expuestos a las futuras y recurrentes avenidas", apuntan.
Los deltas y llanuras de la costa, zonas de máximo riesgo de inundación, acentuado por la construcción de gran parte de la primera línea de playa. "En estas zonas el problema se agravará en un futuro cercano por los proyectos existentes de urbanizar su totalidad, diez grandes hoteles en Salobreña y grandes áreas de Motril en la zona inundable de la vega del río Guadalfeo o el hotel de lujo que se ha comenzado a construir en La Herradura en la zona inundable del rio Jate".
Propuestas ante la evidencia
Como alternativa a la urbanización, Ecologistas en Acción propone soluciones más seguras y adecuadas, como la creación de parques fluviales y la renaturalización de tramos urbanos de los ríos y la regeneración de los bosques de riberapermitiría a los cauces autorregularse, así como una gestión activa de los ríos mediante el respeto de las llanuras de inundación, favoreciendo la laminación del flujo de las aguas en caso de avenidas.
"Los Ayuntamientos como administración más cercana a los ciudadanos son los responsables inmediatos y directos de las consecuencias que un fenómeno de esas características pueda provocar en la población y en sus bienes. Antes de llamar a la UME y llorar muertos, se deben haber tomado las medidas necesarias para prevenir acontecimientos tan catastróficos, y la principal e ineludible de ellas es que en los Planes de Ordenación que estén en proceso de elaboración se declaren como Zona No Urbana y Zona No Urbanizable todas aquellas incluidas en la zona con riesgo de inundación".
En aquellos municipios en los que ya exista Plan de Ordenación, la organización ecologista demanda una moratoria inmediata y total de concesión de nuevas licencias de construcción y la modificación de todos los Planes de Desarrollo Urbanístico ya aprobados descalificando los terrenos urbanizables, en las zonas inundables.
La correcta gestión del territorio afecta a toda la población y debe primar por encima de los intereses especulativos. En esta línea, señalan los ecologistas que "la prohibición de construir en los espacios inundables no es solo una cuestión de carácter medioambiental, sino también de seguridad de personas y bienes".
Por último, hacen un llamamiento a la ciudadanía "para que se informe adecuadamente antes de comprar terrenos o viviendas, o de apoyar proyectos de infraestructuras en áreas inundables". Y recuerdan que "los Ayuntamientos tienen la obligación política y ética de informar a sus vecinos de si su vivienda o propiedades están situadas en zona inundable". La duda para Ecologistas en Acción es "cuantos de ellos tendrán la valentía de hacerlo. Si lo hacen, a continuación tienen la obligación de revisar su planeamiento urbanístico y de elaborar un Plan de Emergencia y Evacuación".